El Arco del Triunfo es un enorme monumento situado en el centro de la plaza de l'Étoile. Uno no es consciente de lo grande que es hasta que no se planta bajo sus arcos. Cincuenta metros de alto y una planta de cuarenta y cinco por veintidós metros. El paisaje desde lo más alto del monumento es espectacular.
Estas escaleras te llevan hasta lo más alto del monumento y su azotea.
Es también, por supuesto, un montón de piedras elevadas a la mayor gloria de Napoleón Bonaparte y el Primer Imperio. Comenzó a levantarse en 1806 para celebrar la victoria de Austerlitz (que entonces pareció definitiva), se interrumpió su construcción durante la Restauración, se prosiguió después y se acabó en 1836.
La Torre Eiffel vista desde el Arco del Triunfo.
La Défense, a lo lejos, al final de la avenida de la Grande Armée.
Otro icono de París. Al fondo, Montmartre.
Además, la urbanización de París de Haussmann, en el Segundo Imperio, hicieron del Arco del Triunfo un lugar central y un punto de referencia. Doce avenidas, doce, van a parar a la plaza de l'Étoile y algunas muy napoleónicas: Kleber, Iéna, Wagram, Avenue de la Grande Armée, Friedland... El mismo monumento esconde un memorial de la gloria napoleónica: en sus paredes están escritos en letras capitales los nombres de las batallas en las que alcanzó la gloria la Grande Armée y la de sus heroicos comandantes.
La Marsellesa, de François Rude, un fragmento de la escultura que se conserva en el interior del Arco del Triunfo. Es la Libertad guiando al pueblo hacia la victoria.
Una de las columnas del Arco del Triunfo, con una lista de las victorias en España.
Cualquier aficionado a la época de Napoleón (como yo) se pasa un buen rato buscando y encontrando el nombre de viejos conocidos: Lannes, Ney, Berthier, Audinot, Lasalle, Morland, Davout, Bessiéres y un largo etcétera de militares que forman parte tanto de la leyenda como de la historia.
En el justo centro, bajo el Arco del Triunfo, el águila imperial.
Dos ejemplos de los 660 nombres de militares y héroes de la Revolución Francesa y el Primer Imperio. Una raya bajo el nombre indica que murió en combate. Pueden ver al coronel Morland, el único oficial en el Arco del Tiunfo con una graduación por debajo de general (era coronel, aunque de la Guardia Imperial).
El monumento se ha adaptado a otras glorificaciones y la Tumba del Soldado Desconocido es quizá la más famosa. Se instaló después del trauma dolorosísimo de la Gran Guerra y su llama pretende honrar a los miles y miles de franceses (más de un millón) que perdieron la vida en las trincheras.
La Tumba del Soldado Desconocido y las gradas que estaban instalando para celebrar el primer centenario del fin de la Gran Guerra.
Precisamente cuando visité el Arco del Triunfo estaban preparando las gradas para celebrar el centenario del final de la Gran Guerra (el domingo 11 de noviembre de 2018). Por eso estaba todo un poco revuelto.
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