No podía faltar, por supuesto, la Gran Guerra, en un museo como éste. Está expuesta con gran lujo de detalles, mucho mimo y cuidado y siguiendo sus salas uno puede hacerse una idea muy precisa de los orígenes de la guerra, su estallido, su desarrollo y el horror que produjo. Museísticamente, si me permiten opinar, los Inválidos es magnífico.
Una de las estrellas de la colección, al aire libre.
Un carro Renault FT-17 recientemente restaurado, La Victoire.
El cañón de 75 mm mod. 1897, una pieza legendaria.
Fue la primera pieza de tiro rápido del mundo y sirvió en ambas guerras mundiales.
Otra leyenda, uno de los seiscientos taxis del Marne que salvaron París.
Una MG 1908, la ametralladora pesada de reglamento del ejército alemán.
Prueba del horror de ésta y cualquier otra guerra.
Moldes de cicatrices provocadas por la metralla.
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