El agua (Bezoya) tiene algo que decirnos



El Grupo Pascual comercializa el agua mineral natural Bezoya (http://www.bezoya.es/). Ahora se anuncia con un lema: El agua tiene algo que decirnos. El autor de dicho lema es un japonés, Masaru Emoto, y aquí comienza el lío.

El señor Emoto es un tipo que ha hecho su fortuna (considerable) con una tesis como la siguiente: las palabras, oraciones, sonidos y pensamientos dirigidos hacia un volumen de agua influyen sobre la forma de los cristales de hielo que se formarán cuando éste se congele. Así, si usted transmite vibraciones positivas a una botella de agua y la pone en el congelador, los cristales de hielo que se formen, vistos al microscopio, serán más bellos. Así, como les cuento. Pero hay más: si consumimos el agua embellecida por las buenas vibraciones, nos hidratará mejor (caramba) y nos transmitirá un cierto grado de bienestar. Por lo tanto, cuidado con lo que hacen cerca de una botella de agua, pues lo que piensen, lo que digan, la música que oigan, hasta las etiquetas del envase influirán en ese líquido, que podría ser agua de buen rollo o agua de mal rollo, digámoslo así. Qué tontería.

No hay ni que decir que la tesis del señor Emoto no se aguanta por ningún lado. Todos los experimentos que ha hecho por intentar demostrar que tenía razón han saltado por los aires. De manera manifiesta, fallaban por todas partes. En 2003, la James Randi Educational Foundation, JREF, le retó a probar experimentalmente su teoría, ofreciéndole un millón de dólares si lo conseguía. Masaru Emoto, aunque japonés, se hizo el sueco.

El señor Emoto, mientras tanto, se está forrando a costa del agua. Su empresa (Office Masaru Emoto, GK) trabaja en Peace-creating activities, educational activities, publishing, licensing business, consulting, welfare work, development of original water, and everything which can help to create a world peace (trad.: Actividades creadoras de paz, actividades educativas, publicaciones, franquicias, consultoría, trabajos por el bienestar, desarrollo de agua original y cualquier cosa que pueda ayudar a crear una paz mundial). Olé.

Para ello, dice poder predecir los terremotos según cristaliza el agua de los manantiales al congelarse, pero ningún gobierno se lo ha creído. Como por ahí no se gana la vida, prefiere vender agua Hado, que es agua chachi, buenrollista, que también se llama hexagonal u ortogonal por la forma de sus cristales de hielo, que vende carísima, pero que se puede mezclar con el agua normal para purificarla. Pueden contar ustedes... En 2006, el agua hexagonalmente (o geométricamente) perfecta del señor Emoto se vendía a 140 dólares el litro. A veces, emplea sistemas de venta piramidal. Ahora asegura ser capaz de borrar la radioactividad del agua de Fukushima mediante la purificación con esta agua tan geométricamente perfecta, pero los japoneses del lugar prefieren ir sobre seguro y beber otra cosa. No obstante, el gesto vende mucho fuera del Japón entre miles de crédulos.

El señor Emoto se forra con sus conferencias y seminarios, donde su capacidad de charlatanería arrastra multitudes de bobos. Por ejemplo, El Oráculo de los Cristales de Agua, Los Mensajes Ocultos en el Agua, El Poder Regenerador del Agua, El Verdadero Poder del Agua... Vende libros sobre las maravillas de la memoria del agua y no se olvida de vender camisetas, juegos de vasos para contener agua chachi, pegatinas... y música para purificar el agua. Muchos de estos productos se venden a través de franquicias. Vende el Waterstar, un jarro que armoniza el agua. Lo mejor es una cosa que se llama EMO, que usted tira en un jarrón de agua y, atención, limpia el agua de sus memorias, la reconecta con su frecuencia vibracional original y la carga con nuevas frecuencias. Oh... Esas nuevas frecuencias resonarán en todos aquellos que entren en contacto con el agua que sale del EMO, actuando en sus cuerpos energético, mental, emocional y físico. Lo que hay que leer. También vende Quellvital Water System, un sistema para filtrar el agua y volverla chachi. Etc. Ah, que no se me olvide: el señor Emoto es uno de los apóstoles de la hydro-homeopatía, donde el agua se carga de las influencias curativas de una sustancia apenas recibiendo sus vibraciones... que puede recibir a través de internet, por cierto, con la ayuda de una tarjeta de crédito.

Este cantamañanas, este charlatán de fama y renombre es ahora el reclamo del agua Bezoya.

[El agua] Recuerda los lugares en los que ha estado y ese recuerdo se refleja en la forma de sus cristales. Cuanto más cerca está de la naturaleza, más bella es la forma que tienen. Cuanto más lejos, menos. Eso dice Emoto del agua Bezoya, o los de Bezoya en boca de Emoto, no sé, dando a entender que el agua Bezoya es una agua chachi.

Siguen diciendo los de Bezoya que Emoto documenta sus conclusiones de lo que él llama «la verdadera naturaleza del agua», descubierta en sus estudios de los efectos de la energía vibratoria humana, pensamientos, palabras, ideas y música en la estructura molecular del agua. Caramba, carambita. Eso de la energía vibratoria humana... Brrr...

Creíamos que el Grupo Pascual era una empresa seria. Pero las pruebas indican lo contrario.

3 comentarios:

  1. Es una pena que se busque hacer mercado con el agua usando hipótesis que no se han probado y más jugando con la curiosidad de la gente. Todo lo que se venda en la industria del agua debe pasar por alguna aprobación oficial.

    ResponderEliminar
  2. Aunque no creo en el señor Emoto, sí creo que el estado emocional influye en lo que comes y lo que bebes.
    El efecto placebo ha sido demostrado científicamente. La sugestión es muy importante. No todo es tan blanco ni tan negro.

    ResponderEliminar
  3. Estar de mejor o peor humor puede influir en la digestión. Comer con prisas o reposadamente, también. Andar nervioso o tranquilo, angustiado o alegre... Eso no es ningún descubrimiento, pero tampoco es el efecto placebo. El efecto placebo es otra cosa y el señor Emoto, un sinvergüenza.

    ResponderEliminar