Como dijo Wellington, lo más triste después de una derrota es una victoria. Se cree que exclamó tales palabras paseando por el campo de batalla de Waterloo, mientras miles de soldados agonizaban a su alrededor.
Me ha venido la frase a la cabeza leyendo una noticia en la versión electrónica del diario catalán Avui, que ahora es El Punt, me parece. Decía, la noticia, que ya es oficial que se ha abandonado el proyecto de Hernández Cros de destruc... de rehabilitación, perdón, de los museos Cau Ferrat y Maricel, echando mano de la casa Rocamora. El Ayuntamiento de Sitges y el nuevo Consorcio del Patrimonio de la villa han definido el proyecto como, textualmente, un ataque al patrimonio local.
Cuenta el periódico que si no hubiera surgido la plataforma SOS Sitges, es posible que el despropósito hubiera seguido adelante, y que sin la intervención de esta plataforma no se hubiera detenido finalmente el derribo.
El grupo se ha movilizado, ha presentado demandas judiciales, ha denunciado el desaguisado, se ha manifestado en todas partes... El proyecto que sustituirá al de Hernández Cros tendrá mucho que ver con el que presentó la plataforma en su día, demostrando que podían adaptarse los museos a las nuevas normativas de seguridad y acceso sin tener que echarlos abajo.
Quedan problemas pendientes: el presupuesto, reconstruir lo que las piquetas se han llevado por delante y el asunto de las demandas judiciales, por ejemplo.
Ha sido una victoria. Felicidades, aunque algunas veces las victorias son tristes cuando uno se enfrenta con la desolación del campo de batalla.
Nota: La fotografía que ilustra este comentario es una copia de una fotografía del blog de SOS Sitges. Muestra el interior de la segunda planta del Cau Ferrat, hoy.
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