En Austria no ganan para sustos. La extrema derecha está a punto de ganar la presidencia del país, pierde por apenas treinta mil votos y ahora resulta que el recuento de votos se hizo sin garantías y se tendrán que repetir las elecciones en otoño. Esta vez, con ventaja para la extrema derecha antieuropea. Después del Brexit, la que nos puede caer encima sigue creciendo.
Pero la Fórmula 1 vive ajena a estas desventuras y sigue en lo de siempre. De nuevo, Mercedes-Benz ha ganado. Hamilton ha quedado el primero y Rosberg, el cuarto. Pero podrían haber quedado primero y segundo. En la última vuelta, a pocas curvas del final, se intentaban adelantar el uno al otro y han chocado. Rosberg se ha llevado la peor parte, pues se ha quedado sin alerón. Eso ha permitido a un Ferrari, el de Raikkonen, quedar tercero. El otro, el de Vettel, ha pinchado una rueda en la vuelta 26, y no tenía por qué. Además, ha llegado a ir primero. ¡Lástima! Ha sido un Gran Premio animado, pero todavía sigue lo mismo de siempre.
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