Cotización a la baja

El mercado del arte no hay quien lo entienda. Véase el caso de la dibujante, pintora y escultora catalana Doris Malfeito.

En 1993, la señora Malfeito expuso en Santa Cristina d’Aro. El padrino de la exposición fue el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, uno de sus mejores clientes. A la vernissage asistieron, entre otros, el director general de La Caixa, Josep Vilarasau, la diseñadora de joyas Concepción Gual y el pintor Jaume Malaret. Copio la crónica del ABC del 28 de julio de 1993 (en la sección Gente).

[La señora Malfeito] confesó a este periódico su interés por la investigación de nuevas técnicas pictóricas. En la exposición, la artista vuelve a temáticas paisajísticas, pero a base de dibujos al carbón salpicados de nebulosas cromáticas que confieren a las obras un toque de innovación.

De temperamento arriesgado, Doris Malfeito ya sorprendió en su anterior muestra, titulada «Cosmos», con una serie de paisajes galácticos. Amante de la música eslava, amiga del filósofo Erich Formm y sensible a la astronomía, la pintora y dibujante causó sensación con sus estrelladas nebulosas. En su nueva etapa de técnica mixta presenta retratos, figuras, marinas y paisajes, además de óleos que recuerdan el trazo estelar de su «Cosmos».

En 2001, la señora Malfeito expuso en Barcelona, después de haber expuesto en Nueva York. La Vanguardia publicó que el cuadro más barato se había vendido por 1.800 euros y el más caro, por 9.000. Suma y sigue. En 2004, el COI, La Caixa, la inmobiliaria Kepro, el Banco Vitalicio, el Banco Central Hispano Alfonso Escámez, José María Amusátegui, Lluís Pascual Estevill y un largo etcétera del mundo de la política, las finanzas y las empresas catalanas se habían convertido en sus clientes habituales. Los galeristas cobraban entre 30.000 y 50.000 euros por un óleo de la señora Malfeito, ahí es nada.

Hoy, en cambio, no se pagan más de 175 euros por una de sus obras, subastada en internet. Un señor cuadro, un óleo de 93 por 73 centímetros, a precio de coste. Busquen en Google y verán. ¿Quién dijo que era seguro invertir en arte? La cotización de la señora Malfeito se ha reducido en más de un 99,6% entre 2004 y 2010. ¡Un 99,6%!

Por cierto, ¿sabían que la señora Malfeito es la mujer de Macià Alavedra?

2 comentarios:

  1. Me dicen que una de las feas costumbres del conseller Alavedra por aquel entonces era invitar a los que buscaban sus favores a comprar un cuadro de su señora esposa por sumas auténticamente astronómicas (de acuerdo con la temática de sus cuadros).

    Un empresario me comenta que, ante tamaña extorsión, decidió levantar su planta de tratamiento de productos cárnicos en Extremadura, donde la Junta no sólo no lo extorsionó sino que le regaló el terreno donde hoy se levanta la fábrica que da trabajo a decenas de personas.

    Pero, claro, la culpa es de Madrizzzzzzz

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  2. Querido Anónimo,

    Si ese empresario hubiera denunciado a los juzgados el asunto, o lo hubiera denunciado a la prensa, con nombres y apellidos, incluso desde Extremadura, si como él tantos otros lo hubieran denunciado, si la prensa (que todo lo sabía) hubiera ejercido de prensa libre y no de altavoz del poder, si, si, si... quizá la podredumbre no hubiera llegado tan lejos, o lo hubiera tenido más difícil.

    ¿Tenemos o no tenemos lo que nos merecemos? Es más fácil pagar y callar, ¿verdad?

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