La editorial Sajalin (http://www.sajalineditores.com/), casi una recién nacida, nos sorprende con un catálogo breve, pero contundente. Ha caído en mis manos El paseo de Rostock a Siracusa (Der Spaziergang von Rostock nach Syrakus), de Friedrich Christian Delius (http://www.fcdelius.de/), traducida por Lidia Álvarez Grifoll. ¡Magnífica!
Dicen que la novela (la consideraré novela) se basa en un caso real. Un camarero de Rostock, Gompitz, un hombre culto y leído, con un trabajo y una vida cómoda en la República Democrática Alemana (RDA), tiene una pequeña obsesión: viajar a Italia, siguiendo los pasos del viaje del poeta sajón Seume en 1802. Pero la RDA no le permite salir del país y Gompitz se rebela. Durante siete años planea cómo huir del país y llegar hasta Italia... para luego ¡volver a casa! El desconcierto a uno y otro lado de la frontera es notable.
Delius traza un retrato magnífico de Gomptiz y su circunstancia, y se distancia del suceso para narrarlo en un tono neutro y documental muy apropiado. La distancia permite describir el socialismo de la RDA y el terror de la Stasi sin golpes de efecto, con normalidad. También señala el desprecio que los alemanes occidentales dedican a Gompitz, aquí no se salva nadie. Con todo, esa distancia no es ningún obstáculo para meternos en la piel del camarero viajero y celebrar sus éxitos y lamentar sus fracasos. Seguiremos su aventura con muchísimo interés hasta el final y un poco más allá. El viaje será otra vez la metáfora de la vida; el héroe se transformará poco a poco a cada paso, hasta el final. El lector, con un poco de suerte, también.
El paseo de Rostock a Siracusa es un libro muy recomendable. Se lee muy bien, da mucho que pensar y la aventura que narra es emocionante, en todos los sentidos.
Dicen que la novela (la consideraré novela) se basa en un caso real. Un camarero de Rostock, Gompitz, un hombre culto y leído, con un trabajo y una vida cómoda en la República Democrática Alemana (RDA), tiene una pequeña obsesión: viajar a Italia, siguiendo los pasos del viaje del poeta sajón Seume en 1802. Pero la RDA no le permite salir del país y Gompitz se rebela. Durante siete años planea cómo huir del país y llegar hasta Italia... para luego ¡volver a casa! El desconcierto a uno y otro lado de la frontera es notable.
Delius traza un retrato magnífico de Gomptiz y su circunstancia, y se distancia del suceso para narrarlo en un tono neutro y documental muy apropiado. La distancia permite describir el socialismo de la RDA y el terror de la Stasi sin golpes de efecto, con normalidad. También señala el desprecio que los alemanes occidentales dedican a Gompitz, aquí no se salva nadie. Con todo, esa distancia no es ningún obstáculo para meternos en la piel del camarero viajero y celebrar sus éxitos y lamentar sus fracasos. Seguiremos su aventura con muchísimo interés hasta el final y un poco más allá. El viaje será otra vez la metáfora de la vida; el héroe se transformará poco a poco a cada paso, hasta el final. El lector, con un poco de suerte, también.
El paseo de Rostock a Siracusa es un libro muy recomendable. Se lee muy bien, da mucho que pensar y la aventura que narra es emocionante, en todos los sentidos.
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