Según cuenta Reuters y copian varios periódicos, ha caído una de bien gorda en Israel. Hablo de lluvias torrenciales, que se han llevado por delante lo que han podido. En medio del destrozo, una agradable sorpresa. En un pueblecito de la costa sur, Ashkelon, el agua derrumbó un acantilado y provocó daños a varios yacimientos arqueológicos.
Al día siguiente, un israelí salió a pasear por la playa. Lo imagino con cara de circunstancias, contemplando los estragos de la tormenta. Y luego, con cara de pasmo. Porque ahí en medio de la playa, como quien no quiere la cosa, tropezó con una estatua romana de mármol, de un metro y veinte centímetros de altura, que dicen que es bellísima. Tendrá unos 1.700 años y podría ser una representación de Venus (Afrodita). Las lluvias derrumbaron el acantilado donde estuvo sepultada todo este tiempo, diez metros más arriba, y amaneció en la playa, mojando sus piececitos en la espuma del Mediterráneo. Qué casualidad que Afrodita naciera, según dicen, de esa misma espuma.
Al día siguiente, un israelí salió a pasear por la playa. Lo imagino con cara de circunstancias, contemplando los estragos de la tormenta. Y luego, con cara de pasmo. Porque ahí en medio de la playa, como quien no quiere la cosa, tropezó con una estatua romana de mármol, de un metro y veinte centímetros de altura, que dicen que es bellísima. Tendrá unos 1.700 años y podría ser una representación de Venus (Afrodita). Las lluvias derrumbaron el acantilado donde estuvo sepultada todo este tiempo, diez metros más arriba, y amaneció en la playa, mojando sus piececitos en la espuma del Mediterráneo. Qué casualidad que Afrodita naciera, según dicen, de esa misma espuma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario