La pizza y el cambio climático


Una asociación ecologista quiso llamar la atención sobre el impacto ambiental de lo que comemos y calculó cuántos litros de agua se necesitan para hacer una pizza margarita. ¡Caramba! ¡1.400 litros de agua por pizza!

Saqué la calculadora y consulté mis bases de datos.

Según las empresas del sector de los alimentos precocinados, los españoles consumimos quinientas mil toneladas de alimentos preparados cada año. Los catalanes son los que más alimentos precocinados consumen, un tercio más que la media nacional, lo que viene a ser 13,38 kg per cápita y año. Los protagonistas del sector son la fabada y la pizza. Sin ir más lejos, un catalán consume 3,7 kg de pizza precocinada cada año. Hagan las cuentas, pero si son 1.400 litros de agua por pizza margarita, los catalanes consumimos 210.346.668 metros cúbicos de agua al año atribuibles directamente a este plato tan exquisito.

Aquí ya no me salen las cuentas. Porque el consumo de agua en Cataluña es de 581.308.041,7 metros cúbicos por año, metro más, metro menos. En cristiano, más de un 36% de toda el agua que consumimos en todas las actividades económicas se debe al consumo de pizzas. ¡Un 36%...!

Volvamos al origen del problema. El grupo ecologista de marras publica cuántos litros de agua se necesitan para poder consumir otros alimentos. Dice, por ejemplo, que necesitamos gastar 135 litros de agua para consumir un huevo, 200 litros para poder beber un vaso de leche, 1.900 litros para un plato de fideos, 2.400 litros por hamburguesa... Suma y sigue. Si estas cifras fueran ciertas, gastaríamos sólo en alimentos precocinados el doble, quizá el triple, de toda el agua (toda, repito) que se consume en Cataluña en la agricultura, la industria y los hogares, que es muchísima.

En matemáticas, se conoce este problema como la paradoja de Adán y Eva. Yo tengo un padre y una madre (2). Ellos también tenían padre y madre (4). Mis abuelos también tenían padre y madre, cada uno de ellos (8). Mis bisabuelos, lo mismo (16). Si nos remontamos a los tiempos de Adán y Eva con este cálculo, aún aceptando los seis mil años que dice la Biblia, sale tanta gente que no me extraña que nos echaran del Paraíso, por exceso de aforo.

Por eso, decir que una pizza es el resultado de consumir tantos litros de agua o provoca la emisión de tantas toneladas de CO2 es como afirmar que en tiempos de Adán y Eva éramos tantos que parió la burra. La solución del enigma es que la probabilidad de que un antepasado por parte de madre y otro por parte de padre sea la misma persona se eleva exponencialmente y es más alta en cada paso hacia atrás que damos. Hasta que sólo quedan Adán y Eva, que son antepasados comunes de padre y madre.

La paradoja de Adán y Eva se da en el caso de la pizza margarita... y en muchos más. Les reto a encontrar casos parecidos en economía, política, medio ambiente... y gastronomía. No se aburrirán.

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