Bartolomé, que los amigos llaman Bartolo y a veces, Tolo, fue uno de los doce Apóstoles. Bartolomé era, seguramente, hijo de Ptolomeo, porque Bartolomé se escribe (en griego) Barzolomaios, que podría leerse (en arameo) como bar (en arameo, hijo de) Zolomaios, y Zolomaios es como se pronuncia Ptolomeo en griego. Ya ven, un follón de lenguas de aquí para allá.
Sin embargo, la paternidad de un Ptolomeo mueve a más de uno a sostener que Bartolo era pariente de Cleópatra, la reina de los Ptolomeos de Egipto, la amante de César y Marco Antonio. Pero esa hipótesis no puede ser cierta. Si lo fuera, saldrían Bartolomé y Cleópatra juntos en los Carnavales de Sitges, de parranda, pues Cleópatra es digno material de disfraz, claro ejemplo de lujuria e interpretada por Elizabeth Taylor, un icono gay. Así que no, que no van por ahí los tiros y el papá de Bartolo sería un Ptolomeo cualquiera, no uno de casta noble.
El santo Bartolomé que adoran los indígenas de Sitges es un tipo pequeñajo. Quiero decir, más exactamente, que es una talla de madera de estilo barroco que no llega a hacer dos palmos de altura. Lleva barba y túnica, y tiene las manos ocupadas.
Lleva encima, atención, un libro y una navaja de curtidor. Tendría que llevar consigo una hoja de palma, pero no se la veo. La palma es la parte fácil: los mártires llevan todos una palma, porque (dice el Apocalípsis) en el Cielo agitarán las palmas ante Dios, lo que supone un privilegio.
La navaja o cuchillo de curtidor pasaría por pluma a los ojos menos expertos. Pero es el cuchillo que emplean los curtidores para alisar y preparar el cuero cuando todavía es piel recién arrancada. Bartolo carga con el pincho porque es patrón de los curtidores, y es patrón de los curtidores porque, vaya por Dios, Bartolomé murió despellejado por negarse a adorar a otros dioses que no fueran el dios judío.
Lo del libro tiene más enjundia. No es que Bartolomé fuera un apóstol más leído que los demás, pero llevó consigo a la India una copia del Evangelio de San Mateo. Lo dejó allá, después de predicar, como libro de consulta para los recién convertidos. Mala suerte que Mateo escribiera en arameo y los indios de la India, de arameo, nada. De ahí que sigan en su paganismo y en sus cosas.
El pueblo indígena de la blanca Subur comparte el patrón con Armenia y algunos pueblos del Cáucaso y el desconocimiento del arameo con la India.
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