Hace unos días propuse a mis lectores participar en una encuesta. Les dí a escoger entre cinco libros. ¿Cuál de ellos describía mejor nuestra actual situación?
Ningún lector optó por Elogio de la locura (Stultitiae Laus) de Erasmo de Rotterdam, una de las más brillantes obras satíricas jamás escritas. En resumen, muestra la Locura superior a la Razón, pues descubre cuán felices son los hombres arropados por la necedad. Al parecer, no es éste el caso de los catalanes, según mis lectores.
Tampoco se llevó voto alguno Momentos estelares de la humanidad, de Stefan Zweig, escrita en 1927. El libro relata catorce episodios de la historia, escritos con estilo novelesco, que han dejado huella en el porvenir. Un libro interesante, pero que no tiene relación alguna con lo que sucede ahora mismo en Cataluña, dicen los encuestados.
La hoguera de las vanidades es la novela que lanzó a la fama como novelista a Tom Wolfe, en 1987. Hay quien dice de ella que es la novela de Nueva York, que parió una película mediocre. En todo caso (cito) Wolfe trata de explicar hasta qué punto el dinero y la fama resultan inútiles para salvar a un individuo cuando se reúnen en su contra ciertas situaciones y circunstancias altamente desfavorables [...] [muestra] un cuadro de hipocresía y juego de apariencias en el cual las convenciones sociales cambian de acuerdo a las conveniencias del momento. A decir del 8% de mis lectores, esto se parece a Cataluña.
Uno de cada cuatro encuestados opina que El proceso, de Franz Kafka, define la actual situación de Cataluña, lo que da grima, bien pensado. En primer lugar, es una obra inacabada. Eh... Quizá Cataluña también esté por terminar. En El proceso, Josef K. es arrestado, no se sabe por qué. Las razones de la acusación son vagas y la defensa se siente impotente ante una administración que fagocita todo lo que le ponen por delante. Josef K. carga con una culpa que no sabe cuál es y es víctima de una locura administrativa. ¿Somos también víctimas de una clase política fagocitaria? ¿O es otra la semejanza?
Dos de cada tres de mis lectores identifican la actual situación de Cataluña con La conjura de los necios, de John K. Toole. El autor, frustrado porque nadie quiso publicarle la novela, se suicidó. Entonces, le publicaron la obra (en 1980). Es una historia que pasa por humorística, pero que es en verdad dramática al mostrarnos un mundo cruel, cínico y egoísta. Su protagonista, Ignatius, es un ser inadaptado y anacrónico, que (cito) sueña con que el modo de vida medieval reine de nuevo en el mundo. Quizá sea cierto que la situación actual de Cataluña sea a la par cómica, ridícula y trágica.
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