Prototipo ruso de para la Fórmula 1.
(Una primicia de El Cuaderno de Luis)
Vettel, uno de los pilotos de Ferrari, aguantó cinco segundos en carrera, hasta que fue embestido (¡dos veces!) por el bólido de un piloto ruso en el Gran Premio de Rusia, que también es casualidad. Dejó ir por radio lo que está escrito y lo que no, y los gestores de la retransmisión de la carrera llenaron de pitidos lo que el alemán largó por el micrófono. ¡Qué manía más estúpida, la de censurar con pitos el verbo acre y el exabrupto!
Ferrari quedó lejos de Mercedes-Benz. A poco más de treinta segundos, para ser exactos. Alonso, que metió su McLaren en la sexta posición, ya presume de coche. Ganó Rosberg, quedó segundo Hamilton (que adelantó muchos puestos en carrera) y tercero fue el Ferrari de Ice Man, que no sabemos si estaba serio porque es así (es así) o porque veía que los Mercedes-Benz corren más que los demás, con diferencia (lo que es cierto). El próximo Gran Premio, en Montmeló.
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