Vivir por encima de nuestras posibilidades

Con el cuento de la crisis, se oye a muchos decir que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. La pregunta que hay que hacer a continuación es qué se entiende por vivir por encima de las posibilidades de alguien.

Si atendemos al diccionario, vivo por encima de mis posibilidades si vivo más que la hacienda propia o los medios de los que dispongo para poder vivir. Es decir, vivo por encima de mis posibilidades si pierdo todo mi dinero antes de morir, tal cual. O si todavía vivo cuando los medios que procuraban mi subsistencia se han agotado. Mal pronóstico. A la vejez, viruelas, dicen, pero en esas condiciones...

El problema es el verbo vivir; tendría que ser gastar, comprar, o alguno parecido; gasto más de lo que ingreso podría ser que gasto por encima de mis posibilidades. Porque cuando uno explica la crisis diciendo que hemos vivido mucho tiempo por encima de nuestras posibilidades no dice o no quiere decir más que hemos estirado más el brazo que la manga o que hemos gastado lo que no teníamos, que podrían ser dos expresiones más certeras. Hemos gastado más de lo que tendríamos que haber gastado, o el crédito no daba para tanto.

Porque lo de sobrevivir a los propios medios de subsistencia... ¿Alguno sabría decirme cómo se vive si lo que te mantiene vivo ya no existe?

Añado, para poner fin a tan tediosa disquisición, que ya sea en tiempo de bonanza como cuando pintan bastos, uno gasta lo que puede, y puede lo que le dejan, y si le dejan, por algo será. Es imposible gastar más de lo que se puede gastar, porque si se gasta, se puede gastar, no sé si lo pillan. Por lo tanto, cuidadín, cuidadín, cuando mentamos los orígenes de la crisis. Nos dejaron hacer lo que hicimos, nadie pisó el freno, unos se han puesto las botas y los demás, ay, nos hemos quedado compuestos y sin novia. He dicho.

1 comentario: