Stoner



En 2010, Ediciones del Baile del Sol publicó Stoner, de John Williams, traducida por Antonio Díez Fernández. Los lectores españoles, pocos y diezmados, agradecieron infinitamente esta empresa, porque Stoner era, sigue siendo y creo que a estas alturas ya será durante mucho, mucho tiempo, una magnífica novela. Después de leerla y disfrutar con ella, uno se pregunta por qué nadie la había publicado antes en lengua española y los lectores aplauden al haber dado, al fin, con un libro que justifique su insólita afición.

Porque Williams escribió Stoner hace años y la publicó en 1965. Eso es hace mucho o hace poco, pero, en cualquier caso, el tiempo suficiente para considerarlo un gran libro, uno bueno de verdad. Se nota que me ha gustado, ¿verdad? ¿Por qué negarlo? Pero es una opinión compartida por mucha gente, entre la que se cuentan sesudos críticos y lectores de a pie, y si no se fían de los primeros, hagan caso de los segundos, o viceversa. Si no se fían de mí, lo que sería recomendable, léanla para ver si esta vez tengo razón.

John Williams (1922-1994) fue profesor universitario, poeta y novelista. Stoner fue su tercera novela, pero también encontrarán traducidas Butchers's Crossing y Augustus, esta última, la que le ha dado más fama en los EE.UU. No pudo acabar su quinta novela antes de morir.

¿De qué va Stoner? Como dijo un crítico, de un tipo que va a la universidad. En detalle, William Stoner es el hijo de una familia de campesinos que procuran que su hijo estudie agricultura en la universidad, y puedan huir todos de la miseria. Pero el hijo conoce la literatura, queda fascinado por ella y a partir de ese momento sabe que nunca regresará al campo, que ha encontrado un lugar en el mundo que no piensa abandonar, pase lo que pase, y la novela narrará su vida, desde el principio hasta el final, en la Universidad de Misuri. 

Pero ¿quién es Stoner? Un tipo cualquiera, que suma más fracasos que victorias en su vida, un tipo como usted o como yo. Se diría que aguanta el chaparrón y prefiere empaparse que salir a buscar el sol. Es una manera de decirlo. Pero también es una persona capaz de apreciar poesía en los detalles y aferrarse a una vida que no vale demasiado. Tarde o temprano, en una u otra línea, el lector se siente un poco Stoner. Porque la biografía de Stoner será muy particular, pero pasa por donde pasamos todos y es ahí donde surge la gran novela. Está maravillosamente bien escrita (y traducida).

No les diré más. Léanla, si quieren. No me hagan caso y saquen sus propias conclusiones, porque cada uno tira por donde quiere y esta novela requiere que no le digan más que Toma, lee. Disfruten de la belleza, admiren al héroe, lamenten sus desgracias y felicítense por sus victorias, pero viajen ustedes solos al lado de Stoner y me lo agradecerán. ¡Léanla! 


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