El sobrecoste de la L9


Los Siete Magníficos, inauguradores de la L9 (Sur).
¿Qué hace ahí el tipo de la derecha del todo? Ése ya no trabaja.

Hace nada, hace un par de días, se ha inaugurado un tramo de la nueva línea de metro de Barcelona, la Línea 9 (L9). El tramo (ya en funcionamiento) se conoce como L9 Sud (Sur). Suma 20 km de túneles, quince estaciones y un billete de ida de 4,50 euros de Barcelona al aeropuerto, para el que no valen ni tarjetas multiviajes ni nada por el estilo (que sí que valen para el tren de RENFE que hace el mismo trayecto).

La L9 está inacabada. Existe la L9 Nord (Norte), que une la Sagrera con Can Zam, cubriendo gran parte del núcleo urbano de Santa Coloma de Gramanet. Falta todavía un tramo que une las estaciones de Zona Universitaria y la Sagrera, el que atraviesa Barcelona, que supongo se llamará L9 Centre (Centro). Serían 15 km y doce estaciones más que nadie es capaz de decir cuándo se construirán. Dos tuneladoras ancladas bajo tierra y algunos agujeros en los que cabría un rascacielos repartidos por la ciudad dan fe de que hubo un día en que alguien creyó que esa obra iba a llevarse a buen término.

Aparte, está la L10, una línea que compartirá un buen tramo con la L9 (excepto el principio y el final) y que hoy sólo suma seis estaciones y 5,6 km de vías. Tendría que contar con 27 estaciones más para darse por acabada. Nadie es capaz de decir cuándo se completarán las líneas L9 y L10. Ahora mismo están paralizadas.

En otro orden de cosas, hacía tiempo que nadie inauguraba nada en las líneas L9 y L10. Sin embargo, en 2010 se hicieron, al menos, ¡tres inauguraciones en la línea! Eso, si no me he descontado. Era año electoral, recuerden, y ambas líneas eran objeto del deseo propagandístico de CiU, ERC, PSC, ICV y compañía, responsables en uno u otro momento del dispendio. 

La L9 tenía que haber costado 1.947 millones de euros (de 2003). Luego, el presupuesto se disparó. 

La Generalidad de Cataluña financió parte de la obra con un sistema de concesiones. Se aseguró por contrato una rentabilidad del 8% a las empresas concesionarias y se les pagaba unos 235 millones de euros al año por la explotación del servicio... aunque no pasaran trenes por los túneles. Tal cual. A ese coste hay que sumar el mantenimiento de la línea y los intereses de los préstamos bancarios. 

Según consta por escrito, el 1 de octubre de 2015 la Generalidad de Cataluña todavía debía 8.859 millones de euros a las empresas concesionarias. Hay que sumar a esta cifra los 6.351 millones de euros invertidos entre 2003 y 2014 procedentes del presupuesto de la Generalidad de Cataluña. También, como he dicho, el peaje de la concesión. En 2025, fecha del fin de la concesión, la Comunidad Autónoma seguirá debiendo 5.150 millones de euros. Tendrá que pagarlos o volver a negociar y alargar la concesión a las empresas que exploten la línea. Es el coste de privatizar las cosas y no controlar el gasto público, que habría evitado tener que privatizarlas.

Hoy, ya se han invertido 15.210 millones ¡y lo que queda todavía por construir! Dicen que el tramo central de la L9 podría exigir una inversión de 1.100 millones de euros. Pero ¿podemos fiarnos de ese número? Si de 1.947 millones de presupuesto inicial de toda (toda) la línea hemos llegado a los 15.210 millones de una parte, ¿por cuánto podría salir ese tramo presupuestado inicialmente en 1.100 millones de euros? La parte construida tenía un presupuesto inicial que no llegaba a los 1.000 millones. No diré más. Hagan una regla de tres o recen a Santa Rita para que les ampare, tanto da, porque el susto será morrocotudo.

Esta locura permite presumir de grandes despropósitos presupuestarios y financieros. Por ejemplo:

Estación de la L9 de Santa Rosa, a 32 millones de euros la pieza.

La estación ferroviaria para pasajeros más cara construida en España los últimos veinte años es la estación de metro de Santa Rosa (32 millones de euros), de la L9.

El precio por km de línea de ferrocarril de la L9 también es de órdago. En España, el km de línea de AVE cuesta, de media, 12,5 millones de euros. El AVE de Madrid a Barcelona costó 14,5 millones de euros por km. El presupuesto de un tranvía que cruce toda la avenida Diagonal de Barcelona (unos 11 km) se estima en 120 millones de euros, a poco menos de 12 millones de euros por km, que incluyen además la (segunda) remodelación de la avenida. 

El coste por km de la L9... Agárrense. En serio, agárrense. La L9 nos ha costado  ¡más de 594 millones por km! Tanto es así, que con el coste de la L9 todavía inacabada podríamos haber construido no una, sino ¡dos! líneas de AVE Madrid-Barcelona con sus estaciones, sus trenes, sus catenarias y sus socavones (¿se acuerdan?). O más, porque la línea del AVE Madrid-Barcelona tuvo un sobrecoste del 33%. Otra manera de verlo: con el coste de 200 m de la L9 montamos un tranvía de primera que cubra los 11 km de la avenida Diagonal y dejamos el paisaje como los chorros del oro. 

Instalaciones nuevecitas de la L9, sin estrenar todavía.
Nos han costado un ojo de la cara.

El sobrecoste de la L9 hoy día supera los 13.500 millones de euros, pero quedan los 1.100 millones (¡ja!) del tramo central y el 8% de intereses de las concesionarias hasta 2025 para sumar a la cuenta. En total, hablamos de unos 17.000 millones de hoy mismo ¡suponiendo que el tramo central no tenga sobrecostes! Eso, visto el percal y tal como está todo ahora mismo, es mucho suponer. En resumen, es más de dos veces, dos, de todo, absolutamente todo el presupuesto que dedica la Generalidad de Cataluña a la sanidad y los servicios sociales en un año.

Además, leo en eldiario.es que entre 2003 y 2014 la Generalidad de Cataluña había invertido casi tanto en la L9 como en carreteras (en toda Cataluña), 6.351 millones contra 6.594 millones. En total, el 43% de todas las inversiones de la Generalidad de Cataluña en este período (i.e., 16.265 millones de euros) fueron a parar a las carreteras y a la red ferroviaria. Eso, sin contar los más de 8.000 millones financiados mediante concesiones a empresas privadas, al 8% de interés, para pagar la L9. Uf.

En el mismo período de tiempo (2003-2014), la Generalidad de Cataluña ha realizado otras inversiones. Por ejemplo: 

En Sanidad y Servicios Sociales, 3.001 millones se destinaron a la mejora y renovación de la red de centros de atención primaria, hospitales, residencias y centros de día, etc. Unos 272 millones de euros al año, de media.

En la construcción y mantenimiento de centros educativos, escuelas, universidades, centros de investigación, museos, bibliotecas, defensa del patrimonio, etc. (Educación y Cultura), se invirtieron 3.857 millones de euros. Unos 350 millones de euros cada año, de media.

Todas estas partidas sumadas llegan a los 6.858 millones de euros. 

Si la sanidad pública catalana fuera otra línea de metro, sería algo así.

Recuerden, las inversiones en la L9 en el mismo período de tiempo suman 15.210 millones. Más de la mitad de esta cifra, es cierto, se amortiza mediante una concesión. Como ya he dicho, la Generalidad de Cataluña paga a las empresas concesionarias unos 235 millones al año por el favor. Pero también ha invertido cada año casi 580 millones de euros en la L9, y cuando se acabe la concesión, en 2025, seguirá debiendo 5.150 millones de euros a las empresas concesionarias, como ya he dicho antes. Son cifras oficiales, pero hagan ustedes el cálculo de por cuánto nos habrá salido la broma a final de cuentas.

Ahora, que venga un tipo a decirme que no hay dinero para la sanidad pública, para la educación o para lo que sea porque no somos independientes y no sé qué cuento chino. Porque, echando números, invierten lo mismo en la CCMA (TV3 et Co.) que en la mejora, mantenimiento y renovación de toda la red sanitaria pública. ¡No me lo invento! ¿Demagogo? Vale, sí, pero ¡hagan las cuentas! ¡Es así! Por no hablar del derroche habido y por haber en el gigantesco y monstruoso agujero negro de la L9. 

Pero, claro, no hay dinero para la sanidad, dicen. Nos faltan 1.000 millones... los mismos que hemos echado al agujero de la L9, cada año, cada año... En fin, cuando uno es responsable de un sobrecoste en obra pública superior al 782% (!!!?) y me viene con este cuento, ¿qué puedo decirle?

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1 comentario:

  1. Nos cuesta despertar del letargo y se hace lo posible para que no razonemos, compartido en http://cornetadebec.blogspot.com.es/

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