Síndrome

Por el autor.

Se cree popularmente que los escritores padecen el síndrome de la página en blanco. Se quedan ante una hoja de papel (hoy, ante una pantalla) sin saber qué escribir. No sale, se quejan. Acaban rodeados de páginas arrugadas que apenas contienen una línea: Érase una vez..., Había una vez..., Era una noche oscura... y nada más. 

Qué tiene de leyenda y qué no depende de la persona y del momento. Alguna vez he sufrido este mal, pero se me ha pasado en seguida. Mi problema, a decir verdad, es el contrario. Tengo demasiadas ideas en la cabeza y no me decido por ninguna. Quisiera explotarlas todas, pero no se puede. Ahora mismo arrancaría la primera página de cualquiera de ellas. El problema sería la segunda, la tercera, la cuarta página. 

Cosas mías. Ya se me pasará.