El escenario de la manifestación.
Es una manía que me da a menudo y que me procura discusiones sin cuento. A alguien se le ocurrió pensar que la avenida María Cristina, entre las fuentes luminosas y las torres venecianas, caben 80.000 personas. Se basan en un cálculo que expongo a continuación:
La superficie ocupada por la manifestación ocupa aproximadamente 300 metros de largo por 90 de ancho. Es decir, 27.000 metros cuadrados. Pero hay fuentes y parterres que los manifestantes no pisan, zonas valladas al lado de los pabellones que no se ocupan, la misma base de las torres venecianas... Se trata de una superficie total de 11.000 metros cuadrados (la he medido). Así que los manifestantes sólo pueden pisar 16.000 metros cuadrados.
Ojo al dato, que son 16.000 metros cuadrados.
Ayer se organizó una manifestación para que los que faltan a las leyes con la excusa del prusés no vayan a juicio ni resulten culpables por lo que han hecho. Vinieron unas 10.000 personas en autocares del territori (i.e., de provincias o de pueblo, eufemismo) y llenaron esos 16.000 metros cuadrados que digo con la ayuda de algunos manifestantes de la capital. Esa cifra de 10.000 invitados se deduce de los datos proporcionados por la organización de la manifestación, que asegura haber fletado 170 autocares para la ocasión.
La Guardia Urbana estimó unos 80.000 manifestantes, lo que implica que se apretujaron cinco manifestantes por metro cuadrado. Esa estimación es la media (i.e., número de manifestantes por superficie ocupada, de toda la manifestación), pero en una manifestación cualquiera la concentración crece en el centro, decrece en los extremos y es mínima hacia el final, lo que implica que en un 5, un 10, un 20 o quizá un 30% de la superficie (dependerá de cada caso) la concentración podría llegar a ser de dos a tres veces la concentración media. Según la Guardia Urbana, en algún lugar del meollo de la manifestación se habrían apretado más de diez manifestantes por metro cuadrado. Si esto es imposible, la media de cinco personas por metro cuadrado también lo es (piensen en una distribución normal de la concentración de manifestantes y verán por qué).
La gente que calcula los efectos de las concentraciones humanas sabe que las cifras son otras. Por fuerza. En una manifestación que camina (no es el caso) la concentración media no puede llegar a la persona por metro cuadrado. Atención, la media. Si camina muy lentamente y no toda ni todo el rato, llega a una persona por metro cuadrado, pero no va más allá, no puede ir más allá. Dos personas por metro cuadrado de media es un lleno total y absoluto, un abarrotamiento que impide el movimiento de los manifestantes (excepto en los extremos, donde la gente se suma a la manifestación o la abandona). Tres es una locura y cuatro es, técnicamente, peligro de avalancha. Cinco implica un alto riesgo de muerte por aplastamiento o avalancha, no exagero. Eso dicen los manuales de Protección Civil. Ustedes mismos.
Aquí se aprecia la gradación de la densidad de manifestantes. En el margen derecho inferior, menos de una persona por metro cuadrado. A medida que nos adentramos en el meollo, crece la concentración. En algún punto (no en toda la superficie) se cuentan más de dos personas por metro cuadrado, pero la media no pasa de dos. Es medir y contar.
En la manifestación del domingo, a las fotos me remito, la concentración en la cabecera de la manifestación (el meollo) podría admitirse de dos personas por metro cuadrado. Más atrás y en los extremos se podía caminar, saltar, agitar banderas... Siendo optimistas y generosos, saldría una media (insisto, una media) de más de una persona por metro cuadrado. ¿Unos 20.000? Pongamos que sí, que eran 20.000, yo apuesto por eso. ¿Más? En ningún caso puede ser realista una cifra por encima de 24.000 personas.
El mismo escenario, la misma cantidad de gente. Aquí se ha fotografiado el meollo de la concentración, donde es máxima. La media de esta zona se acerca en algún punto a las tres personas por metro cuadrado, pero no va más allá.
Hace unos años, la Roja (la selección de fútbol de España) ganó un Campeonato del Mundo y los hinchas se reunieron en el mismo lugar para verlo y celebrarlo. Ocuparon el mismo espacio y con la misma densidad que los manifestantes del domingo. Los más optimistas hablaron de 75.000 aficionados concentrados en el lugar. Qué barbaridad. Imposible. Ni entonces ni ahora. De hecho, la Guardia Urbana rebajó la cifra a menos de 20.000. Ésa me parece una cifra correcta.
¿Qué se deduce de todo esto? Elijan ustedes mismos lo que dicta la lógica.
1) La enseñanza de las ciencias y las matemáticas es un asunto pendiente en nuestro sistema educativo.
2) No somos críticos, sino que creemos lo que queremos creer y lo que no nos gusta, no lo creemos. Los aficionados al fútbol y al prusés exageran a ojos vista.
3) Las autoridades dan por sentado que un aficionado al fútbol ocupa cuatro veces más espacio que un manifestante procesionista.
4) Habrá que considerar seriamente cobrar entrada para manifestarse. Lo recaudado podría emplearse para financiar la educación, la cultura, la sanidad pública o qué sé yo, cosas que, entre el fútbol y el prusés, hemos olvidado.
5) Todas las anteriores posibilidades tienen algo de verdad y a usted le corresponde dilucidarla.
Muchos se bloquean cuando hablamos de matemáticas, pedir que los medios de comunicación apliquen un mínimo rigor matemático es una utopía, la propaganda política es záfia y repiten una y otra vez las mentiras mientras la población traga. Todo da bastante asco.
ResponderEliminarSalud
habia antes una gente que se llamaban el Manifestómetro, que lo calculaban muy bien.
ResponderEliminarPor ejemplo, en el paseo de Gracia y adyacentes no caben más 300/350.000 personas, no un millón como se dice a veces.
300.000 en el Passeig de Gràcia me parece igualmente una exageración. Pero se ha dicho y sostenido, es cierto.
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