Bichos antediluvianos catalanes



Lo Pere Xic (Pedro Chico o Pedrito, libremente traducido), hijo de Pere Galceran, quesero de Basturs, en la comarca del Pallars Jussá, donde la falda de los Pirineos, paseaba a sus ovejas y tropezó con unos huesos fósiles que la lluvia había dejado al descubierto. No se lo pensó dos veces y avisó al Museo de la Conca Dellà, que los colecciona, y éste, a su vez, avisó al Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, por si fueran restos de dinosaurios. Porque la comarca es rica en restos de bichos antediluvianos y algunos yacimientos son muy importantes.

Lo Pere Xic había dado con huesos de hadrosaurio. De un hadrosaurio muy grande. A decir de los paleontólogos, del hadrosaurio más grande del que se tiene noticia (al menos, en la comarca). El verano que viene se expondrán en el Museo de la Conca Dellà, pero, mientras tanto, son dignos de estudio in situ. Los geólogos y paleontólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona se han sumado a la excavación, seguros de vérselas con un yacimiento interesante.

El bicho encontrado por Lo Pere Xic medía entre siete y diez metros de largo, casi ná. Era, como ya he dicho, un hadrosaurio, un dinosaurio hervíboro con pico de pato. El animal vivía en zonas lacustres y pantanosas, en un ambiente cálido, selvático, húmedo, un clima semejante al del metro de Barcelona, pero con una fauna más civilizada.

Estos hadrosaurios tienen otro mérito: vivieron hace unos 65 millones de años. En otras palabras, vieron el fin de los dinosaurios y conocieron sus causas, ya fueran meteoritos, roedores, microbios, o una hábil combinación de privatización de la sanidad pública y recortes en prestaciones sociales.

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