Nueva vestimenta de los trabajadores de TMB
No es la primera vez que hablo de este asunto. El año pasado, lo mencioné aquí, y no ha cambiado nada. El metro de Barcelona es un criadero de pulgas, hasta de chinches, y los bichos se ponen las botas atacando al personal. La peor línea de todas en número de ataques es la línea 3, la de color verde. Los viajeros habituales de esta línea disfrutan de picazones e hinchazones súbitas e imprevistas; el respetable notará abundantes picores en la zona de los tobillos.
La notícia no aparece en los medios de comunicación no se sabe por qué. Pero un informante anónimo me cuenta que hace tiempo que tendrían que haberse tomado cartas en este asunto. Es una plaga con todas las de la ley.
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