Un periodista de El Confidencial (Marcos Lamelas) dice: La familia Carulla intenta hacer un Messi: pagar y conseguir un acuerdo con la Agencia Tributaria para zanjar sus problemas fiscales. ¡Hacer un Messi...! La expresión me hace reír. Es magnífica. Un amigo y lector de El cuaderno de Luis me envió el enlace de la noticia y me dijo (casi me ordenó) que tenía que hablar de hacer un Messi. Pues, aquí me tienes.
Yo no haré un Messi. Hacienda y yo nos llevamos bien. Pago religiosamente mis impuestos y no engaño a nadie. Si quisiera engañar, no sabría ni por dónde empezar, porque Hacienda sabe todo lo que hago y porque no tengo recursos para evadir impuestos. Como yo, la mayoría de mis lectores, ¿verdad? Es una paradoja, pero cuanto más dinero tienes, más fácil te resulta evadir tus responsabilidades con los demás y menos quieres saber de los pobres.
¿Madrid nos roba? Miren, qué quieren que les diga. Los ladrones que conozco son todos catalanes (la frase es de Gregorio Morán, un periodista ilustre, pero la hago mía).
Los datos estadísticos ponen los pelos de punta. Un jubilado, un parado o un empleado pagan más a Hacienda por cada euro de renta que un empresario catalán. Son datos objetivos, que no admiten discusión. Algunos técnicos de la Agencia Tributaria se atreven a estimar la evasión de impuestos en 90.000 millones de euros, en toda España. En Cataluña sería, o ojo, una cuarta parte del total.
Los catalanes más ricos nos roban a todos nosotros, cada año, 23.000 millones de euros. Casi, casi, el presupuesto de toda la Generalidad de Cataluña, o más de dos veces el presupuesto de la sanidad pública antes de que don Baudilio Ruiz se hiciera cargo de ella y la despedazara, con el permiso de don Artur Mas y el beneplácito de ERC. ¿Madrid nos roba? Quizá. Pero también Messi. A éste le aplauden, eso sí.
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