Bajo un paraguas, tres son multitud.
Introducción: Un paraguas normal y corriente ocupa aproximadamente un metro cuadrado de superficie.
Los agentes calculadores de la Guardia Urbana de Barcelona no saben de números. Es evidente, salta a la vista. Ayer se reunió mucha gente en la Plaza de Cataluña en Barcelona. ¿Cuánta? La Guardia Urbana calculó que tanta como 38.000 personas. Ocuparon el centro de la plaza, la parte que da a la montaña y un primer tramo del Paseo de Gràcia. Llegaron los manifestantes al tramo inicial de la Rambla de Cataluña y todavía se veía alguno aquí o allá. Pueden dibujar la concentración.
Panorámica parcial de la Plaza de Cataluña, en Barcelona.
Ahora, cuenten ustedes. Según los planes de evacuación de los bomberos de Barcelona, en la plaza caben no más de diez mil personas. Pero la Guardia Urbana sostiene que caben casi cuarenta mil personas en un espacio equivalente, siendo generosos con el espacio.
No tiene por qué extrañarnos. En la última manifestación del Monotema por la Diagonal y la Gran Vía estimaron una concentración de siete personas por metro cuadrado. Metan a siete personas debajo de un paraguas. Métanlas en el plato de la ducha de su casa. ¿Caben? No, ¿verdad?
Performance de la ANC.
Es evidente la espontaneidad y la naturalidad del gesto.
Me cuesta que se equivocaran tanto al contar cuando la gente se manifestaba de uniforme, a la coreana y ocupando un espacio previamente asignado. Se dieron cifras muy precisas del espacio ocupado y las fotografías aéreas confirman la superficie ocupada y la concentración de manifestantes. La cifra válida tiene que andar por encima de las 600.000 personas (pero no demasiado por encima) y los urbanos contaron tres veces más.
Si se ponen tres personas una a un metro de la otra, formando un triángulo, ¿tenemos a tres personas por metro cuadrado o sólo una? Si dibujamos un cuadrado de un metro por un metro en el suelo y ponemos a una persona en cada esquina, ¿tendremos una o cuatro personas por metro cuadrado? Según cuáles sean sus respuestas, podrán opositar para urbanos de Barcelona, con nota. Si responden una en ambos casos, no tienen futuro ni en la Guardia Urbana ni en la política.
La Guardia Urbana de Barcelona intentando meter cuatro personas por metro cuadrado en una estadística.
En la concentración que se hizo delante del Ayuntamiento de Barcelona también por el Monotema dijeron que se habían juntado diez mil personas en la Plaza de Sant Jaume. Lo repito, con números: 10.000. Qué barbaridad. ¡Suerte que llovía! Porque eso nos permitió contar los paraguas que cubrían la plaza. Yo mismo conté los que aparecían en varias fotografías, hasta aburrirme, y estimé el total de paraguas. Resultó imposible contar más de 800 paraguas en toda la plaza. ¿Cuánta gente cabe bajo un paraguas? ¿Más de doce? ¿Trece?
La manifestación coreano-monotemática mereció un especial de 16 horas seguidas (sic). Es decir, atendiendo a las cifras oficiales, cada 112.500 manifestantes (en verdad, cada 37.500), una hora de emisión en un programa especial en directo. Ahora, díganme una manifestación de 112.500 personas (o de 37.500) que haya merecido un programa especial en directo de una hora en una televisión pública.
¡Es verdad! Aquélla en la que apabullaron a Montilla por no sé qué del Tribunal Constitucional sumó unos cien mil manifestantes y nos dió la murga toda la tarde en televisión. ¡Suerte que había más canales! Pero la del 14 de noviembre de 2012 en contra de la política de recortes y apoyando a una huelga general, sumando casi tantos manifestantes como la del 11 de septiembre del mismo año (a la densidad de manifestantes y al área ocupada me remito), apenas mereció atención y tuvo que conformarse con unos minutos en el telediario de TV3(%). La del 11 de septiembre fue millonaria, a decir de los urbanos, y la del 14 de noviembre sumó sólo cien mil personas. Qué raro.
Los paraguas cuentan.
Peor me lo ponen si contamos los minutos por paraguas en la Plaza de Sant Jaume. Echando cuentas, cada paraguas mereció doce minutos de emisión especial en directo o destacada en los telediarios. ¡Doce minutos! Una cobertura a todas luces exagerada por el número y la calidad de las personas implicadas en una manifestación. Las veinte mil personas que en 2012 se manifestaron en contra de los recortes en la sanidad pública y pasaron por la Plaza de Sant Jaume merecieron apenas dos minutos (dos) de emisión en diferido en todo un día de emisiones.
Si existe una relación lineal entre el número de manifestantes y el tiempo en los informativos y contamos tomando como referencia la manifestación coreano-monotemática de septiembre y las (falsas) cifras oficiales, la manifestación de la Plaza de Cataluña del domingo habría merecido un programa en directo de veinte minutos. De cinco, de ser los 10.000 manifestantes que eran. Pero si se contara como se contó la de los paraguas en la Plaza de Sant Jaume, hablamos entonces de cuatro horas en directo. ¡Cuatro horas! Siempre con las cifras oficiales en la mano, que son más falsas que un duro de cuatro pesetas.
Si son inteligentes y saben de números, no tardarán en afirmar que no podemos hablar de una relación lineal o proporcional entre el número de manifestantes y la cobertura especial, en directo y con toda clase de medios técnicos en la televisión pública. Sea, pues, una relación cuadrática. Es decir, el doble de manifestantes implica un tiempo de emisión cuatro veces superior. Hagan números. ¡Tampoco funciona! Una manifestación de seis (6) personas merecería casi ocho (8) minutos en directo. ¿Una relación cúbica, pues?
No se molesten. A poco que investiguen verán que los dirigentes de TV3(%) no alcanzan más que a la suma, la resta o el cálculo de un porcentaje entre el 3 y el 5%. No dan más de sí. En otras palabras, tiran pa' lo suyo, que se dice. De manera muy, muy, pero que muy exagerada, cargan las tintas en el Monotema y lo demás no importa, con la excepción del Barça (la rama balompédica del Monotema).
Por eso tiro de Discovery Max y agradezco muchísimo la idea de enlatar series en DVD.
Una zarigüeya pigmea del suroeste con cara de socorro auxilio.
Es mucho más interesante que el Monotema.
Y ya que hablamos de paraguas, un regalo.
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