Queridos lectores,
Sé que las últimas anotaciones parece que ataquen al señor Villatoro por haber escrito Tenim un nom y haberse llevado el premio Ramon Llull. ¡Nada más lejos de mi intención! No, no, por favor. Si ataco algo es el orden de prioridades de la prensa y los medios catalanes al hablar de cultura, que dejan de lado un personaje tan universal como Salinger para referirse a un premio literario que otorga el Gobierno de Andorra y Editorial Planeta. Felicito al señor Villatoro y siento que el señor Salinger la haya diñado precisamente el día de su triunfo, que también es mala suerte.
Que quede clarito: aunque no creo que vaya a leer esa novela del Barça, ni coincida con el señor Villatoro en muchas de las cosas que dice o hace, el señor Villatoro merece todos mis respetos, y hasta un agradecimiento. Me explicaré.
Hace ya algunos años, me tocó acompañar a un director general al Parlament de Catalunya. Éste tenía que exponer el nuevo Plan de la Energía al grupo parlamentario de Convergència i Unió, cuando éste mandaba y hacía lo que le venía en gana, y yo le acompañaba porque era yo quien había preparado las diapositivas. Y yo, que nunca me había visto en estas lides, me sorprendí mucho al topar con una tropa de parlamentarios maleducados, soeces y despreocupados. Se hablaban a voz de grito, se llamaban entre sí por el teléfono móvil, les importaba todo un pimiento.
Sé que las últimas anotaciones parece que ataquen al señor Villatoro por haber escrito Tenim un nom y haberse llevado el premio Ramon Llull. ¡Nada más lejos de mi intención! No, no, por favor. Si ataco algo es el orden de prioridades de la prensa y los medios catalanes al hablar de cultura, que dejan de lado un personaje tan universal como Salinger para referirse a un premio literario que otorga el Gobierno de Andorra y Editorial Planeta. Felicito al señor Villatoro y siento que el señor Salinger la haya diñado precisamente el día de su triunfo, que también es mala suerte.
Que quede clarito: aunque no creo que vaya a leer esa novela del Barça, ni coincida con el señor Villatoro en muchas de las cosas que dice o hace, el señor Villatoro merece todos mis respetos, y hasta un agradecimiento. Me explicaré.
Hace ya algunos años, me tocó acompañar a un director general al Parlament de Catalunya. Éste tenía que exponer el nuevo Plan de la Energía al grupo parlamentario de Convergència i Unió, cuando éste mandaba y hacía lo que le venía en gana, y yo le acompañaba porque era yo quien había preparado las diapositivas. Y yo, que nunca me había visto en estas lides, me sorprendí mucho al topar con una tropa de parlamentarios maleducados, soeces y despreocupados. Se hablaban a voz de grito, se llamaban entre sí por el teléfono móvil, les importaba todo un pimiento.
Pero en ese mar de estulticia, un diputado escuchaba con atención, tomaba notas, hacía preguntas inteligentes y ponía mala cara a sus compañeros. Ese diputado atento y amable era el señor Villatoro. Gracias.
Chapeau
ResponderEliminarAls teus peus
Sandra