Donde dije digo, digo Diego

Véanse las dos películas, primero una y después la otra, y luego piénsese lo que se quiera.



2 comentarios:

  1. Quizá la «rauxa». En todo caso, la boca muy grande, y la manía, la sempiterna manía, de no decir lo que se piensa y de no pensar lo que se dice.

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