Paréntesis draconiano





¡Perdón, que se me olvidaba!

¿Se acuerdan? Nos preguntábamos cómo se comportaría el nuevo Drac, o el viejo, según se mire.

El veredicto fue casi unánime. Dejando a un lado su piel y sin considerar que ya no es subvirador sino sobrevirador, cosas del reparto de pesos, ha echado fuego como siempre, dando lo mejor de sí.

Naturalmente, todo tiene un precio. Observen las fotografías. Una fue tomada el día que el bicho vio la luz. Otra, la noche del 23 al 24 y la tercera, la noche del 24. Juzguen ustedes mismos qué caso le hicieron al señor restaurador, que pedía moderación con las pólvoras. Ya les digo yo que eso es tanto como pedir peras al olmo.

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