El oráculo de Oberhausen y las elecciones catalanas



Ya saben que el pulpo Paul, mártir, profeta y octópodo, rindió su ánima al Creador, pero el visionario de Sea Life, el faro de Oberhausen, sigue entre nosotros y se manifiesta de formas inverosímiles en tiempos de zozobra.

Sé muy bien que ahora mismo está prohibido publicar encuestas sobre los posibles resultados electorales, pero el octoplasma (como es un pulpo, no es el ectoplasma, sino el octoplasma), pero el octoplasma del pulpo Paul, decía, no es una encuesta, sino un pronóstico acertado y seguro.

Con la intención de obtenerlo, visité el Altar Paulino, en la sede mundial y secreta de la Principal y Preeminente Orden del Oráculo del Pulpo Paul (conocida como PPOOPP), donde se aparece el bicho en una pecera colocada allá con tal intención. Iniciado en los secretos de la orden, no me está dado confesar bajo qué invocaciones aparece el animal, pero aparece, y predice acontecimientos balompédicos y de cualquier otro tipo, previo pago de una módica cantidad de dinero.

Invocóse al santo, aparecióse y enfrentóse a las insignias de las principales formaciones políticas catalanas. Espantóse. Escurrióse en negra tinta y esfumóse. Milagro, dijeron los allegados, pero ido el pulpo, no se veía más que un futuro muy negro.

Ya se irá disolviendo, me dijeron. Eso espero, respondí, inquieto. Eso espero.

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