Il giorno della civetta (El día de la lechuza)



La historia se inicia cuando derriban a perdigonazos a un personaje al que se le escapaba el autobús, en un pueblo de Sicilia. Nadie ha visto nada, nadie sabe nada, pero un oficial de los carabineros quiere poner la mano encima del asesino. Así comienza Il giorno della civetta (El día de la lechuza), de Leonardo Sciascia.

La novela (novela, aunque Sciascia siempre habló de ella como racconto, relato), la novela, decía, fue escrita en 1960 y publicada por Einaudi en 1961. Se basa someramente en un caso real, el del asesinato de Accursio Miraglia, un sindicalista comunista, en 1947; el capitán Bellodi, su protagonista, también se inspira en un policía de carne y hueso, Renato Candida. Con todo, Sciascia publicó el relato con esa nota de siempre que dice que se trata de un relato de ficción.

De la novela hicieron una película, en 1968, dirigida por Damiani, con personajes a cargo de Franco Nero y Claudia Cardinale, porque la novela tuvo mucho éxito. Los italianos la consideran (citaré) la mejor novela jamás escrita sobre la mafia.

Sciascia no se ahorra críticas contra el sistema de corrupción política que es uña y carne de la mafia criminal. Sabemos que Sciascia es un escritor políticamente comprometido y luchador, uno de los pocos, poquísimos, que puede escribir una crítica social sin caer en el panfleto, mostrando los hechos desnudos sin tomar partido, dejando que sea la inteligencia del lector la que tome las conclusiones que crea necesarias. Es un deporte de mucho riesgo, éste, en un escritor.

Il giorno della civetta se ha convertido en un clásico. No es para menos, porque es un relato magnífico. Léanlo, léanlo, en serio.

En Italia, es de lectura obligatoria en las escuelas. Como Sciascia todavía estaba vivo cuando sucedió tal cosa, añadió una nota al final de su relato. Dice que nunca nadie antes había escrito así sobre la mafia, pero lo dice sin presunción, y ésa es su razón de haber escrito Il giorno della civetta, la de escribir las cosas tal como son, en la calle, no en un escenario. Luego advierte a los italianos adolescentes de qué cosa es la mafia, para que tomen medidas y precauciones.

Me permito traducir yo mismo esas líneas de Sciascia. No sólo porque definen el problema de la mafia, sino porque pueden sernos utilísimas a nosotros mismos, en nuestra casa y en relación con los nuestros, como guía para contemplar nuestro propio caso y sacar las conclusiones que cada uno considere más oportunas.

Dice así:

Pero la mafia era, y es, otra cosa; un «sistema» que en Sicilia contiene y mueve los intereses económicos y de poder de una clase que aproximadamente podríamos llamar burguesa; y no surge y se desarrolla en el «vacío» del Estado (es decir, cuando el Estado, con sus leyes y sus funciones, es débil o ausente), sino «dentro» del Estado. La mafia, en suma, no es otra cosa que una burguesía parasitaria, una burguesía que no emprende, pero que a menudo recolecta.

Muy apropiado para echarse una reflexión, ¿verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario