Skyfall



La serie de James Bond ha cumplido ya cincuenta años y veintitrés películas. A punto estuvo de no cumplirlos, porque la crisis se llevó por delante la productora de Skyfall en 2010 y de poco que nos quedamos sin las aventuras de 007, un agente secreto con licencia para matar al servicio de Su Graciosa Majestad la reina del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Uf, MGM se salvó de la quiebra de puro milagro.

Un servidor de ustedes se siente muy atraído por la figura del señor Bond, James Bond; creo que más de uno quisiera ser Bond en lugar de Bond, al menos alguna vez en la vida. Con más voluntad que el alcoyano, a lo largo de muchos años he tenido que tragar algunas películas de la serie que eran verdaderos bodrios, pero también he visto algunas escenas memorables de vez en cuando, menos mal. Esta vez, la cosa prometía, porque Daniel Craig es un Bond magnífico y Sam Mendes... ¿Sam Mendes, el director de American Beauty, Road to Perdition y Jarhead? Sí, Sam Mendes es el director de Skyfall y se nota.

Skyfall demuestra que una película de James Bond puede ser una buena película; si prefieren decirlo así, no tiene por qué ser una mala película. Tiene más chicha de la que imaginan ustedes en una película que (es lo que siempre se dice) sólo busca entretener con mucho artificio. El malo de la función, Bardem, pone los pelos de punta; los secundarios son actores de renombre (Dench, Fiennes, etc.); las escenas de acción quitan el hipo (la inicial, por ejemplo); el guión muestra síntomas de solidez (algo raro en la serie); los guiños a los iconos de James Bond son constantes y no diré más. Para pasarlo bien y aplaudir al final.

2 comentarios:

  1. ¡Disfruté como un auténtico enano!

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  2. Me encantó también, y creo que junto a "007 contra el Satánico Dr. No", "De Rusia con Amor" y "Casino Royale", esta es ahora una de mis favoritas del reconocido agente secreto.

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