No me imaginaba que Mas fuera el más bajito de todos. Lo que engaña la tele.
Con una modestia próxima a la humillación, el ínclito periodista Carles Pellicer, efigie parlante y sonriente de TV3, afirmó ayer que el debate entre los principales candidatos de las elecciones al Parlamento de Cataluña fue, cito, un trending topic mundial. Eso es tanto como decir que fue chachi divino de la muerte, todo porque los espectadores podían teclear en su teléfono móvil gilipolleces de no más de 140 caracteres, y alguna palabra, o algún palabro, de los que se emplearon fue, durante algún momento, la palabra o palabro más escrito, hasta el momento siguiente. Eso me pasa a mí varias veces al día, y con bolígrafo, lo que tiene más mérito.
En http://www.trending-topic.com/ pueden verse algunas de estas palabras de efímera fama. Pueden seleccionarse las frecuencias de uso mundiales (aunque los trending topics no cubren todo el mundo) o nacionales. Entre los trending topic mundiales del día 18 de noviembre aparece Justin Bieber (un tipo con tanta entidad como un tuit), pero nada relacionado con Cataluña.
Parece que el señor Pellicer sufrió otro ataque de optimismo crónico, o puede que confundiera España, quizá Cataluña, con el mundo, algo mucho más frecuente de lo que pueden llegar a imaginarse. Ya digo; de trending topic mundial, nada, pero español, sí. Se consulta donde pone España y sí que aparecen palabras relacionadas con el debate; por ejemplo: López Tena (histrión patrio), Palau (drama patrio) o #debatTV3 (debate patrio chachi divino de la muerte).
Por lo demás, lamentablemente, el debate fue tan malo como previsible. ¡Suerte que daban un reportaje sobre las patatas fritas en otra cadena! Mucho más interesante, les juro, saber de tan rica manduca que escuchar las previstas memeces.
Trending topic mundial... Por Dios. Cada vez más, nuestra política se parece a estas peleas de adolescentes de 140 caracteres por andanada. Mensajes tan profundos de nuestra clase política presagian un enorme hueco detrás de la superficie, una oquedad inescrutable, un abismo insondable lleno de nada. No se aprecia ni chicha ni enjundia por ninguna parte. Estamos apañados.
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