Nosotros también tenemos Arminios

No íbamos a ser menos que los alemanes, caramba. Menos, en Barcelona, capital del mundo mundial hasta nueva orden.

Nuestro Arminio moderno es Casanovas, diputado del General por las Cortes de Barcelona, defensor de la pretensión de los Haubsburgo a la Corona de España, que rindió la ciudad el 11 de septiembre de 1714 a las tropas del rey Felipe V, que no era Haubsburgo, sino Borbón, y pariente de Luis XIV, que era mucho decir por aquel entonces. Ay, me han dado, dijo, así que asomó a las murallas y vio el percal. Se lo llevaron en volandas, rindió la ciudad y se aseguró una vejez cómoda y próspera en sus propiedades particulares.

Pero éste es un Arminio de pacotilla, a mi entender. Para ser un Arminio, hay que vencer y si es posible, haciendo trampas. Casanovas hizo trampas y salió ganando él, pero no los suyos. Será el modelo de nuestra clase política, sin duda, y así nos va, pero en un concurso de Arminios se llevaría la peor parte.

Pero no nos desanimemos. Desde entonces hasta ahora, del timbaler del Bruc a Josep Guardiola tenemos Arminios en la provincia de Barcelona para dar y repartir. Los que quieran. Es cuestión de ponerse.

2 comentarios:

  1. Ahora que se acerca la Diada , en la que a todos los nacionalistas se les erizan los vellos ante tanto himno y estelada, te adjunto - por si queréis emplearlo en las habituales discusiones - el bando que mandó pregonar el idolatrado Rafael de Casanovas el 11 de septiembre de 1714, poco antes de la caída de Barcelona ante las tropas borbónicas:


    "Se hace saber a todos generalmente, de parte de los tres Excelentísimos Comunes, considerando el parecer de los Señores de la Junta de Gobierno, personas asociadas, nobles, ciudadanos y oficiales de guerra, que separadamente están impidiendo que los enemigos se internen en la ciudad; atendiendo que la deplorable infelicidad de esta ciudad, en la que hoy reside la libertad de todo el Principado y de toda España, está expuesta al último extremo de someterse a una entera esclavitud. Notifican, amonestan y exhortan, representando así a los padres de la Patria que se afligen de la desgracia irreparable que amenaza el favor e injusto encono de las armas franco-españolas, haciendo seria reflexión del estado en que los enemigos del Rey N.S., de nuestra libertad y Patria, están apostados ocupando todas las brechas, cortaduras, baluartes del Portal Nou, Sta. Clara, Llevant y Sta. Eulalia.

    Se hace saber, que si luego, inmediatamente de oído el presente pregón, todos los naturales, habitantes y demás gentes hábiles para el ejercicio de las armas no se presentan en las plazas de Junqueras, Born y Plaza de Palacio, a fin de que unidos con todos los Señores que representan los Comunes, se pueda rechazar los enemigos, haciendo el último esfuerzo, esperando que Dios misericordioso, mejorará la suerte.

    Se hace también saber, que siendo la esclavitud cierta y forzosa, en obligación de sus cargos, explican, declaran y protestan los presentes, y dan testimonio a las generaciones venideras, de que han ejecutado las últimas exhortaciones y esfuerzos, quejándose de todos los males, ruinas y desolaciones que sobrevengan a nuestra común y afligida Patria, y extermine todos los honores y privilegios, quedando esclavos con los demás españoles engañados y todos en esclavitud del dominio francés; pero así y todo se confía, que todos como verdaderos hijos de la Patria , amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados, a fin de derramar gloriosamente su sangre y su vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España.

    Y finalmente dicen y hacen saber, que si después de una hora de publicado el pregón, no comparezca gente suficiente para ejecutar la ideada empresa, es forzoso, preciso y necesario llamar y pedir capitulación a los enemigos, antes de llegar la noche, para no exponer a la más lamentable ruina de la Ciudad , para no exponerla a un saqueo general que profane los Santos Templos, y al sacrificio de niños, mujeres y a los religiosos. Y para que a todos sea generalmente notorio, que con voz alta, clara e inteligible sea publicado por todas las calles de la presente ciudad.

    Dado en la casa de la Excelentísima Ciudad , residiendo en el Portal de S. Antonio, presentes los mencionados Excelentísimos Señores y personas asociadas, a 11 de Septiembre, a las 3 de la tarde, de 1714".

    La estatua-totem del nacionalismo en la que anualmente se hacen ofrendas florales representa a Casanovas con la enseña de Santa Eulalia que sacó a las murallas de Barcelona la mañana de la batalla para animar a los defensores. Su gesto es de dolor, quizás tras haber sido herido, sin embargo, ahí queda la imagen, puro teatro. Nada de martirio y mucha huida indecorosa, poco heroica, para demandar años después el perdón - que obtuvo - de Felipe V, la bestia negra del catalanismo.

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  2. Querido Carlos, La proclama que me envías es digna de estudio. Además, me emociona: siempre he sido un poco Haubsburgo. ;)

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