Sometí a los amables lectores de este cuaderno a una encuesta, y ya conozco los resultados.
La pregunta era: ¿Está de acuerdo con Schopenhauer cuando afirma que Hegel es un vulgar, necio, asqueroso, repulsivo e ignorante charlatán?
La mitad de los encuestados opina que sí, completamente. ¡La mitad...! Una tercera parte, que sólo epistemológicamente, lo que personalmente me tiene muy preocupado. El resto se pregunta, confuso e indeciso, si se está de acuerdo en sí o para sí, y yo no estoy para responder sandeces. El caso es que nadie, ni uno solo de mis lectores, ha dicho que no, que de ninguna manera estaba dispuesto a darle la razón a Schopenhauer.
Parece evidente que Hegel goza de poco predicamento en esta parroquia.
La pregunta era: ¿Está de acuerdo con Schopenhauer cuando afirma que Hegel es un vulgar, necio, asqueroso, repulsivo e ignorante charlatán?
La mitad de los encuestados opina que sí, completamente. ¡La mitad...! Una tercera parte, que sólo epistemológicamente, lo que personalmente me tiene muy preocupado. El resto se pregunta, confuso e indeciso, si se está de acuerdo en sí o para sí, y yo no estoy para responder sandeces. El caso es que nadie, ni uno solo de mis lectores, ha dicho que no, que de ninguna manera estaba dispuesto a darle la razón a Schopenhauer.
Parece evidente que Hegel goza de poco predicamento en esta parroquia.
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