Añado que la cuota de pantalla media anual de las televisiones de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (TV3, Canal 33 y nueve o diez canales más, uno recién inaugurado), fue de un 14,8% en 2010. En 2000 superaba el 21%. Disminuye más de un 3% cada año. En cambio, la sanidad pública catalana cubre a toda la población y el sistema de seguridad social es uno de los pilares básicos del Estado.
Ocurre, sin embargo, que los mandamases de ahora no creen en el Estado. En Cataluña, ya se ha comenzado por desmantelar la sanidad pública, se abandonan los servicios sociales y se han formalizado diferencias notables entre la educación pública y la privada. Existen otras preferencias, y verán ustedes cuáles. Con la que está cayendo, el portavoz del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, el señor Homs, se dirige al público en la Universidad Ramon Llull y dice lo que sigue, y copiaré textualmente sus palabras:
Hay que potenciar los medios de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales [...] porque son un instrumento esencial en la construcción nacional de Cataluña. [...] Hay rumores insistentes de que España quiere desmantelar sus televisiones autonómicas, pero nosotros queremos preservar, potenciar y priorizar los medios de comunicación sustentados por la Generalitat. [...] Para nosotros, TV3 y Catalunya Ràdio son prioritarios porque son un instrumento determinante en el conflicto de intereses que hay entre España y Cataluña en el tema de la construcción nacional de Cataluña. [...] Si queremos hacer frente a los rumores de guerra provenientes de España, que buscan cuestionar nuestro imaginario colectivo, nos tendremos que armar. [...] Tomaremos medidas para defender los medios de comunicación de la Generalitat porque son un arma esencial contra esta amenaza. [...] Es bastante evidente que después de las elecciones del 22 de mayo en otras Comunidades Autónomas aflorarán déficits económicos, como en Cataluña. Entonces, muchos gobiernos autonómicos tendrán la tentación de eliminar sus medios de comunicación porque son caros y porque ciertas sensibilidades políticas se sienten suficientemente representados por otros medios de comunicación. Pero este no es nuestro caso. [...]
Etcétera.
Sólo faltaba que después de la perorata con aires de NO-DO el auditorio desfilara con antorchas al ritmo de himnos patrios. Bueno... hay quien lo hace, y no diré nombres. No aprenderemos nunca.
La oratoria del Sr. Homs es tan fascistoide, tan repugnante, que no soy capaz de leerla sin que se me revuelva el estómago: "Guerra", "conflicto", "arma"
ResponderEliminarPero, este imbécil, ¿dónde se cree que está?