El sacrilegio de Alan Kent

No sé cómo darle las gracias a Editorial Navona por haberme dado la oportunidad de conocer a Erskine Caldwell. También agradezco a M. (mi librera favorita) la encarecida recomendación que me hizo para que leyera en su día El camino del tabaco, y desde esa lectura que Caldwell ha entrado a formar parte de mis referencias literarias.

El sacrilegio de Alan Kent (virtuosamente traducido por José Luis Piquero) es... ¡una maravilla! Es un librito breve, brevísimo, pero sólo breve si uno cuenta las palabras, porque la digestión de las imágenes es lenta y deliciosa. Más de uno se sentirá desconcertado, porque el texto es un arriesgado ejercicio literario y porque nada tiene que ver con otras obras de Caldwell. Pero, dicho esto, que se meta el desconcierto en el bolsillo y se deje llevar por las letras, porque uno no está aquí para buscarle tres pies al gato, sino para disfrutar de un relato, si quieren llamarlo así, excelente, arrebatador, a su modo bellísimo, pero también trágico, cómico, brillante, triste, alegre... Déjense llevar y disfruten. Lean El sacrilegio de Alan Kent.

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