Un gran amigo mío trabaja en el gabinete de estudios de una importantísima entidad financiera (decir banco suena mal y por eso dicen entidad financiera). Llegó tarde a nuestra reunión porque se había pasado el día poniendo el punto final a un informe de cincuenta y pico páginas sobre la situación económica y financiera de Cataluña.
La información era de primera, primerísima mano, así que preguntamos: ¿Qué tal? Su respuesta fue inequívoca: Esto se va a la m...
Con el sumario de este informe en conocimiento de todos los presentes, la siguiente noticia fue todavía más desalentadora. Porque otro de los presentes había pasado un tiempo considerable estudiando el perfil de los ministros del actual Gobierno de España y tenía algo que decir. Se inclinó sobre la mesa y solicitando la máxima discreción nos dijo: ¿Os habéis fijado? ¿El ministro de Guindos es clavado, clavadito, a Chiquito de la Calzada?
La noticia provocó gran asombro y consternación.
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