¡La Virgen! (I.- Los orígenes)

Hace poco más de treinta años, la señora doña Luz Amparo Cuevas Anteseros, un soleado fin de semana de junio de 1980, estaba de merendola campestre con la familia, en el Nuevo Prado, un terreno que era entonces de propiedad municipal. Hoy, el terreno pertenece a un entramado de fundaciones y empresas propiedad de la familia de doña Luz Amparo, que lo compró por 5,9 millones de euros, según cuentan los periódicos y las escrituras de propiedad.

Pero hablábamos de la merendola y su inesperado fin. Doña Luz Amparo fue a por agua a la fuente que está ahí mismo y ya fuera por el sol, ya fuera por el vino, ya fuera por una combinación de ambos factores... Hagamos un resumen de la versión que cuentan sus seguidores.

Resumen de la versión oficial: Doña Luz Amparo va a por agua a la fuente, se planta delante de un fresno, ceden sus piernas, cae de rodillas, luego se desploma y se golpea la cabeza contra una piedra (todo eso delante de la familia), queda allá tendida media hora (y nadie se le acerca por ver qué ha pasado o si le duele) y la mujer, al volver en sí (pues había perdido el oremus), dice que se le ha aparecido la Virgen y que el suelo huele a rosas y a incienso. Vuelven todos a casa hablando del milagro.

Diagnóstico provisional y recomendación médica: La señora se ha pegado una leche de padre y señor mío, a causa de una lipotimia causada por una o varias causas posibles, a saber: insolación, consumo de alcohol, tabaco o estupefacientes, indigestión... Todas estas causas, una a una o combinadas entre sí, pueden provocar alucinaciones olfativas o visuales, y un episodio onírico. Corriendo al Servicio de Urgencias más cercano, a que la miren.

¿Creen que exagero? Venga el testimonio de la secta, que copio acto seguido (tal cual):

Aquel día estaban en el huerto que cultivaban, y que era propiedad del Ayuntamiento de El Escorial (Madrid), Luz Amparo Cuevas Arteseros y varios miembros de su familia; habían terminado de almorzar. Algunos regresaron a su domicilio; cuatro del grupo inicial decidieron ir a fregar los utensilios usados a la finca contigua de «Prado Nuevo», donde había agua de una fuente. Se acercaron Luz Amparo, su esposo Nicasio, el hijo de ambos: Pedro, y Marcos, amigo de la familia. Una vez en el lugar, mientras estaban en la fuente-pilón, es cuando Luz Amparo se siente atraída, por una fuerza misteriosa, hacia un fresno situado a pocos metros. Enseguida, comienza a percibirse un intenso aroma a rosas e incienso, y observan con extrañeza una especie de nube blanca algodonosa, que surge de aquel árbol y se va difuminando sobre la copa del mismo. Allí se para Luz Amparo, cae bruscamente de rodillas y se golpea contra una roca. En esa postura permanece rígida e inmóvil alrededor de media hora. Durante ese espacio de tiempo, ve aparecer a la santísima Virgen sobre la nube, cuya figura se va formando gradualmente hasta contemplarla con una belleza tan sublime que los pinceles son incapaces de plasmar. Viene ataviada con una túnica granate, un manto negro que la cubre sin ceñirse a la cabeza; debajo: un velo de encaje blanco.

Lo dicho: ¿por qué no la llevaron a Urgencias?

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