No sé si lo sabían, pero uno de cada seis catalanes ingresa menos de 640 euros al mes. En otras palabras, 1.380.000 catalanes (el 18,4% de la población) son pobres, y más que serán el año que viene.
Es bueno poner las cosas en perspectiva, porque los beneficiarios del PIRMI son los pobres de los pobres. Hablamos de personas (de familias enteras) con un gravísimo riesgo de exclusión social, de niños que sufren malnutrición y de personas deshauciadas. No exagero, no es ninguna licencia literaria ni un recurso dramático: en Cataluña existe una bolsa de pobreza que pone los pelos de punta, y la tenemos delante de nuestras narices. Consulten, como he hecho yo, los informes de Cáritas o la Cruz Roja.
El PIRMI (que incluye la RMI, renta mínima de inserción) está pensado precisamente para luchar contra la marginación de estas personas, y su objetivo no es otro que recuperarlas para la sociedad. El programa cuesta cada año a la Generalidad de Cataluña poco más de trece millones de euros.
Ya he explicado en otra parte la que se ha organizado con el pago de la RMI, y la lamentable sensibilidad social de la que presume (sí, presume) el Gobierno. Dije, y se ha confirmado, que el cambio de procedimiento de pago contó con la expresa aprobación del presidente Mas, y la clara oposición de los asistentes sociales. ¿Han hablado del asunto con algún asistente social? Yo, sí, y en este caso hay para coger al Gobierno y cantarle las cuarenta, por malvados e ineptos.
110.000 personas dependen de la RMI para sus necesidades básicas. Con la argucia torpe y malintencionada del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, 15.000 han sido expulsadas del PIRMI. ¿La razón de la expulsión? Que los beneficiarios recibieron una notificación en una dirección de correo que no se correspondía con su domicilio actual, y que les daba diez días de plazo para presentarse en las oficinas de Bienestar y Familia. ¿Cómo iban a presentarse si no sabían que las habían convocado? Se da el caso que casi todas estas personas tenían (y tienen) derecho al PIRMI, pero tendrán que volver a tramitarlo. Mientras se resuelve su caso, habrán pasado meses. No se imaginan el sufrimiento que se les ha ocasionado. Sumen al daño otro daño: cincuenta mil personas dependientes de la RMI todavía no han visto un duro, porque todavía no han recibido el famoso cheque. ¡Pónganse en su lugar! ¡Por el amor de Dios! ¿Quién ha sido el responsable de todo esto?
El caso es que podemos señalar con nombre y apellidos a quien justifica esta actuación del Gobierno. Está bien que se sepa quién es, que no se olvide. Luego, allá cada cual con su voto. Ayer, el presidente Mas (de vacaciones) declaró que habían actuado así para acabar con un fraude que llevaba arrastrándose desde hacía diez años (uno). El señor Colet, el secretario general de guardia, hizo unas declaraciones en la radio pública para explicarse un poco mejor. Dijo que existía una importante bolsa de fraude en el PIRMI, porque la mayoría de los beneficiarios trabajan en la economía sumergida (dos), y porque muchas de las pensiones que recibían los beneficiarios eran enviadas casi de inmediato a una cuenta corriente en el extranjero (tres). Como les cuento.
Examinemos los puntos uno, dos y tres.
Uno. Si hace diez años que nadie controla el PIRMI, quiere decir que el descontrol se inició en el último gobierno de CiU antes del Tripartito (hagan cuentas). Al Tripartito sólo puede acusársele de mantener la misma situación y el mismo método de trabajo que dejaron hace siete años los que ahora mandan. Pero, atención, quien dice tal cosa no sabe en qué consiste el PIRMI, donde asistentes sociales de la Generalidad, los ayuntamientos y organizaciones públicas y privadas hacen un estricto seguimiento personalizado de cada caso, con frecuencia semanal (de media), por ver si los beneficiarios cumplen con las condiciones del programa. Son muchos los pobres que renuncian al PIRMI por no verse sujetos a este control. ¿Y hace diez años que los trabajadores sociales no hacen su trabajo? ¿Qué pensarán los trabajadores sociales, mal pagados, con pocos medios y con más trabajo del que pueden asumir cuando oigan semejante dislate? Les aseguro que nada bueno.
Dos. La economía sumergida. Naturalmente que hay fraude, no lo va a haber. Pondré algunos ejemplos. La actual presidenta del Palau de la Música, la señora Carulla, ha defraudado a Hacienda (según los inspectores que la han denunciado) al menos treinta y dos millones de euros; ella y sus hermanos, en total, un mínimo de ciento sesenta millones de euros. Los hermanos Dalton a su lado eran aprendices de monaguillo. Alavedra, Prenafeta y el antiguo alcalde de Santa Coloma de Gramanet también se han puesto las botas. Se han llenado (presuntamente) los bolsillos con treinta y tantos millones de euros de las arcas públicas en chanchullos urbanísticos poco claros, y se descubrió la operación siguiendo el blanqueo de dinero negro procedente del narcotráfico y la prostitución (a la prensa y a don Baltasar Garzón me remito). Las campañas de publicidad institucional de la Generalidad de Cataluña (que se iniciaron con el Som sis milions! y han acabado con el Som-hi!, Apa!, Vinga!, etc.), que ya me dirán para qué sirven, cuestan cada año como veinte PIRMIs. Veinte. Se dice pronto, ¿verdad? Vale, pues. ¿Hablamos ahora de fraude?
Tres. Evidentemente, la culpa de todo lo que pasa con el PIRMI la tienen los que envían el dinero al extranjero. Es decir, la culpa de todo la tienen los inmigrantes.... y los funcionarios, que consienten de manera continuada (durante diez años, fíjense) el fraude. Manda güevos, porque la Ley de Protección de Datos impide que la Generalidad de Cataluña sepa qué hago yo con el dinero que tengo en el banco sin un mandamiento judicial que lo permita o sin mi expreso consentimiento. Así, pues, ¿cómo saben lo que hacen los beneficiarios del PIRMI con su dinero? ¿Se han inventado esta acusación? ¿Acusan a los bancos de incumplir la ley?
Porque, atención, ni el presidente Mas (de vacaciones) ni el conseller Cleries (de vacaciones) ni el conseller Mena (de vacaciones) ni el secretario general Colet (de guardia) han esgrimido una sola cifra documentada del fraude del PIRMI, ¡ni una sola! ¿En qué basan sus acusaciones? Acosado por estas preguntas, el señor Colet dijo que tenía dos informes que decían todas esas barbaridades, pero admitió que eran informes contradictorios. Pues ¿podemos ver esos informes? ¿Qué informes son? ¿Quién los ha escrito? ¿Con qué datos? ¡Quiero verlos! ¿Dónde están?
Chi lo sà!
Qué vergüenza.
está bien que se digan las cosas como son,y mi opinión es que el voto que les damos a los que se engordan la panza a costa de nuestra propia vida,no sea un contrato que haga invulnerables a estos parásitos durante 4 años en su trono,cuando un partido como ciu intente agredir a la sociedad con una ley impuesta por ellos y sus cerebros podridos de codicia,propongo expulsarlos del gobierno ¡ya¡
ResponderEliminary sin miramientos,igual que nos hacen ellos a nosotros, en mi oficio cuando se hace algo mal a la calle pues,el mismo rasero para ellos,moraleja: no hablemos tanto,las palabras son los pies de los políticos
SUIZA,ANDORRA,LAS ISLAS BARBADOS,SEGURO QUE TODOS ESOS ENVIABAN SU PIRMI AHI,MOLT BEN FET A SACO,CON LOS POBRES EVASORES FISCALES,BEBEDORES DE INGENTES CANTIDADES DE VINO PARA PASAR,SU LUGUBRE VIDA COMO EN EL MUSEO DE LUGUBRE,QUE TIENEN OBRAS DE BORRACHOS,QUE EL ESTADO LES QUITO!!!
ResponderEliminar(FIRMADO)
BANCOOO!!!!!!!