
Pero ha llovido, y la estrategia del equipo ha sido muy buena. Alonso ha sacado oro de un coche que no da para más y ha ganado (¡olé!). Massa, en cambio, que cuando llueve, se moja, ha quedado... No sé dónde ha quedado. Por ahí detrás. En Italia piden su cabeza, por gafe. El segundo puesto ha sido para un Sauber con motor Ferrari (otra vez, ¡olé!), el de Sergio (Checo) Pérez, otra sorpresa muy agradable, porque el mejicano podría haber ganado. ¡Qué buen comienzo!
Ahora sólo nos queda esperar que alguien se ponga las pilas y nos arregle el coche, para que corra un poco más, porque no nos conformamos con una victoria. Forza!
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