«Cavalleria Rusticana» de 1940

Soy más feliz que ayer por haber conseguido una grabación de la ópera Cavalleria Rusticana, de Pietro Mascagni, una versión muy particular, grabada en el Conservatorio de Milán entre el 14 y el 20 de abril de 1940. Cantan, atención, Beniamino Gigli (Turiddu), Giulietta Simionato (Mamma Lucia), Gino Becchi (Alfio), Lina Bruna Rasa (Santuzza) y Maria Marcucci (Lola) en los papeles protagonistas. Los músicos, la Orquesta y el Coro del Teatro della Scala de Milán, y el director ¡el propio Pietro Mascagni! Bravo, maestro! Bravo!

Gigli tuvo que volver a grabar una de las arias en Londres, en 1947, porque el master se había estropeado. El milagro fue que no se estropeara toda la ópera. Porque recordemos la fecha de la grabación, abril de 1940.

Mientras se prendía la pólvora de la guerra alrededor, Pietro Mascagni dirigía la grabación de su ópera más famosa para celebrar los cincuenta años de su estreno en el teatro Constanzi, de Roma, en mayo de 1890. Como él mismo dice, para tal ocasión contó con las mejores voces y los mejores músicos del mundo.

En 1890, Mascagni compuso la ópera en dos meses. Es una ópera breve, un acto con intermedio, y precisamente el Intermezzo della Cavalleria Rusticana es el fragmento más famoso (donde no canta nadie). El día de su estreno, el joven Mascagni tuvo que salir a saludar cuarenta veces (¡cuarenta!) porque el público se había vuelto loco de tanto aplaudir. ¡Y era su primera obra terminada y representada delante del público!

La ópera tuvo tanto éxito que en un año ya había dado la vuelta al mundo, pasando por los principales teatros de Europa y América. En Nueva York se estrenó el mismo día en dos teatros diferentes, que se hacían la competencia y el Metropolitan la ha representado casi setecientas veces desde entonces.

Se da el caso que la primera ópera retransmitida por radio fue Cavalleria Rusticana, en 1910, precisamente desde la Metropolitan Opera House de Nueva York. Cantó Caruso, vaya por Dios.

Los coleccionistas mencionan más de ciento noventa grabaciones de Cavalleria Rusticana en italiano, pues también se ha grabado en inglés, francés y húngaro. La primera grabación completa fue una grabación alemana de 1909.

En 1916, en Italia, hicieron la primera película de Cavalleria Rusticana; como el cine era mudo, se proyectaba la película mientras los músicos tocaban y cantaban desde el foso. La ópera forma parte de algunas de las escenas más memorables de la historia del cine: la apertura de Toro Salvaje (Raging Bull, Scorsese, 1980) con la música del Intermezzo o el clímax de la tercera parte de El Padrino (The Godfather III, Coppola, 1990). De hecho, lo mejor de El Padrino III es lo que sucede con la música de Mascagni de fondo, no me digan que no. Existe una película de 1953 (Fatal Desire, dirigida por Carmine Gallone) que es la ópera interpretada por actores que cantan en play-back; Anthony Quinn hace de Alfio con la voz de Tito Gobbi (caramba). Es una rara pieza de coleccionista friqui.

 

Mascagni murió en el Hotel Plaza de Roma, el 2 de agosto de 1945. Su tumba puede visitarse en el Cementerio de la Misericordia de Livorno, adonde fueron trasladados sus restos en 1961.

La grabación que me ha movido a escribir estas líneas la han publicado varias casas discográficas especializadas en óperas de los tiempos del gramófono (libres de derechos de autor), y pueden escucharse fragmentos por internet. Escriban cavalleria rusticana 1940 en el gúguel (pronúnciese Google) y verán ustedes.