Prohibido casarse con un negro

En la fotografía del Diari de Girona aparecen tres de los protagonistas de este despropósito. De izquierda a derecha, doña Juana Dolores Martínez, don Carles Bonet y don Josep Anglada. Como algunos de ustedes sabrán, don Josep (antes, José) Anglada se formó políticamente en Fuerza Nueva.

Fuerza Nueva nació en 1966 alrededor de una editorial, Fuerza Nueva Editorial, SA, y una revista. La revista todavía existe, pero el partido sufrió una transformación y pasó a llamarse Frente Nacional y luego, Alternativa Española. Su lema (Dios, Patria, Justicia) tenía que ver con su idea nacionalsindicalista de la justicia social, la creencia en la supremacía de los valores espirituales, nacionales, morales y cristianos que ellos defendían, la unidad física de España (?) y del Estado Orgánico (un empacho de Hegel), el fomento y desarrollo de la tradición y la continuación del Estado Español del 18 de julio (porque la legislación franquista no decía España, sino Estado Español, una expresión netamente fascista).

A los diecinueve años, el señor Anglada ya formaba parte de este partido político, donde se lo pasó muy bien organizando visitas al Valle de los Caídos y otras tareas de propaganda semejantes, con denuncias por agresión incluídas. Pero, en 1992, las cosas se torcieron para el joven ultraderechista. Los suyos le acusaron de haberse apropiado de 350.000 pesetas de la caja del partido y de haberse comportado de manera, eh, irregular (sic) en una fiesta popular. En efecto, cito, le tocó los senos y la parte trasera (el culo, se supone) a una vedette. Lo peor del caso es que la vedette era mulata, vaya por Dios, y eso ya fue demasiado. A la calle.

Pero ese tocarle el culo a una negra y quedarse sin militancia le fue bien, a don José. El señor Anglada sigue añorando la bandera con la gallina, pero ha descubierto que la misma bandera libre de pájaros, pero con más rayas rojas, rinde muchos más beneficios electorales. Así creó, inventó, Plataforma per Catalunya, un partido que mantiene el ideario de Fuerza Nueva, pero escrito en catalán y sin referirse explícitamente al franquismo. Ya no es don José Anglada, sino el senyor Josep Anglada. Ha aprendido aquí y allá que aquí se vende uno muy bien si se muestra más nacionalista que el vecino, agita banderas, busca enemigos de tales banderas (inmigrantes, por supuesto, y madrileños) y miente como respira en su discurso político, simplista y simple. Cataluña tiene el (des)honor de ser la primera Comunidad Autónoma española en la que ha podido crecer una formación intrínsecamente racista y populista al estilo de la nueva ultraderecha europea. Por algo será.

Éste es el oportunista que aparece a la derecha de la fotografía. A su izquierda, dos de los tres regidores que obtuvo Plataforma per Catalunya en Salt, tocando a Gerona, una de las ciudades con mayor proporción de inmigrantes entre sus habitantes de toda España. Donde hay inmigrantes, aparecen los partidos racistas. Salt no ha sido una excepción.

La protagonista de esta historia es la señora Martínez, a la izquierda. Resulta que la señora tenía un novio negro. Subsahariano, perdón... pero negro a fin de cuentas. El asunto es que el partido no sabía nada de su affaire cuando fue incluída en el tercer lugar de la lista del partido a las elecciones municipales. El affaire pasó del sexo al amor, y la señora Martínez comenzó a vivir con su ahora novio. Quiso formalizar la situación y preguntó al partido si habría algún problema si se casaba con su novio. Pues ¿qué problema va a haber? Que resulta que es negro.

Caramba. ¿Tiene los papeles? Parece ser que sí, pero la señora Martínez se sintió ofendida por la pregunta y muy digna en su pundonor, dijo que no le daba la real gana de ir por ahí enseñando los papeles de su futuro marido. Allá se lió.

El secretario general de Plataforma per Catalunya, don Robert (antes Roberto) Hernando declaró sobre el asunto del negro (copio): Ya de entrada, gracia no nos hacía, porque no estamos muy a favor de la sociedad multicultural, pero cada uno se enamora de quien quiere. Nosotros sólo le pedimos que nos demostrara que este chico estaba legal en España, porque si es ilegal, cosa que yo no sé si es legal o ilegal, no es coherente con nuestro mensaje. La señora Martínez recibió muchas presiones para que dejara al negro y recuperara el seny que se le supone a una defensora de la cultura ario-catalana. Pero el negro ha podido más que la ideología y la señora Martínez ha dimitido y les ha dicho que ahí os quedáis con lo puesto, que ella se queda con su novio.

Hay que ser un poco burra, lo digo sin ánimo de ofender, para presentarse como candidata de un partido racista y contrario a la inmigración y al respeto que merece la cultura de cada uno cuando se vive en pareja con un negro recién inmigrante, tanto da que tenga papeles o no los tenga. Cupido es ciego, lo sabemos todos, pero la formación política e ideológica de la señora Martínez...

Aunque quizá forma parte de la preparación de los candidatos de Plataforma per Catalunya. El señor Anglada inició su brillante carrera en solitario por tocarle el culo a una mulata. El señor Bonet, en el centro de la fotografía, encabeza la lista de Plataforma per Catalunya en Salt porque vive con un mulato de la República Dominicana con quien mantiene relaciones homosexuales desde hace no se sabe cuánto tiempo (así lo afirma la prensa diaria). Eso sí, el amante del señor Bonet lleva en Salt doce años y está muy integrado (sic), y quizá no fuera ése el caso del negro de la señora Martínez.

Es para partirse de risa si no fuera porque se trata de algo muy sucio.

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