---I---
En uno de mis apuntes, La pistola «Chinese Must Go», añadí la fotografía de un juguete alemán que hoy se conserva en un museo de Berlín, el Deutsches Historisches Museum (Museo de Historia de Alemania). El juguete es éste:
El Grosser Mercedes de Tippco, del Deutsches Historisches Museum.
La ficha que acompaña a la fotografía es muy concisa. El material es hoja de lata, goma y cartulina (la caja), y el automóvil mide 24,5 cm de largo. El automóvil y las figuras están pintadas a mano y el juguete es una pequeña pieza de relojería, con motor y partes móviles. El Caudillo (en alemán, Führer) mueve un brazo y saluda alla romana. Las luces brillan gracias a unas bombillitas conectadas a una batería. Las figuras son cuatro: el Caudillo que saluda, dos escoltas con uniforme del Partido (NSDAP) y el conductor.
La ficha de esta pieza de museo concluye diciendo que se fabricó Tipp und Co. hacia 1940. Eso es todo.
---II---
En el Victoria & Albert Museum de Londres conservan otro Führerwagen de Tipp & Co., pero no se muestra al público. Su número de catálogo es el B.69:1. Fue adquirido en una subasta en mayo de 2011. La ficha que se muestra en internet es completísima, describiendo la pieza con toda clase de detalles.
El Grosser Mercedes de Tippco del Victoria & Albert Museum.
Si el juguete del museo alemán tiene al Caudillo sentado delante, la del museo inglés la tiene detrás. Las figuras, por cierto, son de un material llamado Elastolin, una aleación metálica especial, y pintadas a mano por O & M Hausser, suministrador de Tipp & Co. Los ingleses dicen que su juguete se fabricó alrededor de 1937.
El Grosser Mercedes inglés mide 23,5 cm de largo, un poco menos que el alemán. Por lo demás, es casi idéntico en todos los detalles, aunque las figuras son otras. En el juguete del Victoria & Albert Museum, los acompañantes de Hitler no llevan uniformes del NSDAP, sino de las SS. Hitler puede mover el brazo y saludar al personal, como hace siempre. La matrícula es 11A-19357, que coincide con uno de los Mercedes-Benz 770 K (W07) empleados por Hitler en esa época.
En los dos casos, como era costumbre en los Mercedes de Tippco, la llave se introduce en el radiador antes de darle cuerda al motor. Pero los ingleses dan por perdida su llave, mientras los alemanes presumen de tenerla.
---III---
Buscando aquí y allá, descubro el gran valor de coleccionista de los Mercedes 770 o 770 K de la marca Tippco (de Tipp & Co.). Durante o después de la Segunda Guerra Mundial se destruyeron o perdieron muchos de los juguetes de Tippco de los años treinta. Especialmente, los nazis (¡Niño! Esconde eso, que vienen los rusos). Por un Führerwagen de Tippco podrían pagarse fácilmente dos mil o tres mil euros en cualquier subasta.
Motor, dirección y transmisión de un Grosser Mercedes de Tippco.
Los coleccionistas valoran el alto nivel de detalle de los vehículos y las figuras que los acompañan. Si uno mira el juguete desde abajo, descubrirá que el motor de cuerda está bajo el capó y que transmite el empuje a las ruedas traseras mediante un eje cardán, exactamente igual que en el Grosser Mercedes de verdad. El mecanismo motor y la transmisión son de una calidad excelente.
Un Führerwagen con Hitler y Goering en los asientos traseros. Los dos saludan alla romana.
Las ruedas delanteras giran a derecha e izquierda. En los mejores modelos, se encienden las luces del automóvil. En los Grosser Mercedes de Tippco en los que aparece el Caudillo, éste puede saludar con el brazo en alto, pues la figura tiene el brazo articulado. Todo un detalle.
Un Mercedes-Benz 770 K de Tippco, sin figuras (c. 1937).
Existen modelos del Grosser Mercedes que no incluyen figuras, o no incluyen la figura de Hitler. Algunos fabricantes de soldaditos de metal fabricaban por su cuenta figuras para sentar en los coches de juguete, que son también piezas muy buscadas.
El motor (de juguete) y el sistema de transmisión se emplean en otros juguetes de Tippco, como coches de bomberos o vehículos militares. La gama de miniaturas de Mercedes-Benz de los años treinta de Tippco es sencillamente impresionante. La más cara no es un Führerwagen, sino un coupé de autopista, un Mercedes con una carrocería muy futurista y aerodinámica.
Ahora bien, les digo que será tan valioso, pero da grima y sigue dándola un juguete con Adolf Hitler como protagonista.
---IV---
Uno se pregunta hasta qué punto estos juguetes eran instrumentos de propaganda nazi.
El asunto tiene su intríngulis. Hitler era muy celoso de su imagen, y muy avaricioso. Los sellos alemanes llevaban (casi) todos la efigie del Caudillo, y el Caudillo cobraba un tanto por sello en concepto de derechos de imagen, ¿lo sabían? Si cobraba por un sello ¡no iba a cobrar por un muñequito capaz de alzar el brazo alla romana!
Es lícito preguntarse si las autoridades nazis toleraban que hubiera un juguete con Hitler saludando a mansalva desde su Grosser Mercedes. Quien dice Hitler, dice Goering o Goebbels, porque hubo figuritas imitando a todos. Además, un juguete que salía de la fábrica que había sido propiedad de un judío. Con la paranoia instalada en el poder, un agente de la Gestapo podía llegar a pensar cualquier cosa.
Pero también es lícito preguntarse si las autoridades animaban a fabricar y vender grandes cantidades de juguetes nazis. Soldaditos, por supuesto, muchos, con sus tanques y cañones, y delante de todos, el Caudillo en su Grosser Mercedes, saludando al primero que pasaba por delante. Alzaba el brazo y gritaba ¡Hola! Y los soldaditos alzaban la patita respondiendo ¡Hola! El Partido, pues, podría haber recomendado esta clase de juguetes para educar a los niños alemanes.
El 770 k (W150) recién estrenado, en Munich, en 1938. A bordo, Hitler y Mussolini.
Aunque la realidad es más triste. Es muy triste. Los niños alemanes querían jugar con Hitler. Cuando Tippco produjo el Führerwagen, lo vendía a docenas, y eso que era un juguete caro y exclusivo. Los niños alemanes veían los noticiarios de la UFA y se les caía la baba al ver el Grosser Mercedes del Caudillo. Todos querían tener uno en su colección y los de Tippco eran los mejores.
---V---
El Grosser Mercedes era el automóvil de gran (grandísimo) lujo de Mercedes-Benz. Se fabricaron 117 Mercedes-Benz 770 y 770 K (W07) entre 1930 y 1938 y 88 Mercedes-Benz 770 k (W150) entre 1938 y 1943. El Grosser Mercedes (Gran Mercedes) era también conocido como Führerwagen (el automóvil del Caudillo) o der Wagen des Führers (el coche de los jefes, del Partido, se entiende).
El Grosser Mercedes de Goering, hacia 1936.
Dejando a un lado siete Grosser Mercedes que se vendieron al Emperador del Japón y alguno más por ahí, fueron los jerarcas nazis los que se quedaron con todos para sí. Eso dice mucho del tipo de régimen corrupto y soberbio que sometió Alemania en los años treinta y cuarenta, que no dejó de fabricar artículos de lujo para los miembros del Partido hasta que se les comenzó a torcer el resultado de la Segunda Guerra Mundial.
Uno de los Grosser Mercedes de Hitler, que saluda (¡Hola!) durante un desfile.
Hitler tenía no uno, sino siete Mercedes Benz 770 K para uso propio. Lo que no tenía era carné de conducir, pero eso no le suponía ningún problema porque le llevaban a todas partes.
El Führerwagen del Deutsches Historisches Museum podría ser un 770 K (W150); el del Victoria & Albert Museum, es un 770 K (W07), sin lugar a dudas.
---VI---
Tipp & Co., de Nuremberg, fue fundada en 1912 y la marca Tippco pronto fue sinónimo de la más alta calidad juguetera. Su especialidad era una línea de vehículos militares de metal, con mecanismos de cuerda o resorte, que se consideran los mejores de su género en el período de entreguerras. Tanques, aviones, automóviles, cañones, y también coches de bomberos, motocicletas, ambulancias, etc.
En los años treinta, Tipp & Co. pertenecía a la familia Ullmann. Los Ullmann eran judíos y el ascenso del NSDAP (el partido nazi) les puso las cosas muy difíciles, pero tuvieron suerte, mucha más suerte que otros. Philipp Ullmann pudo vender la empresa y huir de Alemania.
En 1933, en Northampton, Reino Unido, él y Arthur Katz fundaron Mettoy. Mettoy fabricó mecanismos de relojería para el ejército británico en la Segunda Guerra Mundial, como tantas otras empresas jugueteras.
Mettoy creó la marca Corgi en la postguerra. ¿No les suena Corgi? Forma parte de la leyenda de los coches de juguete. ¿No han visto nunca el Aston Martin de James Bond, de Corgi? ¿No lo han querido para sí cuando eran niños? ¡Se lo pierden!
El codiciado Aston-Martin DB-5 de James Bond, de Corgi.
Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, la familia Ullmann regresó a Alemania y recuperaron el control de Tipp & Co, que siguió fabricando juguetes hasta 1971.
Pero nunca, nunca más fabricaron un Mercedes-Benz 770 o 770 K.
¿Hola? ¡Adiós!
Para saber más:
http://www.warmuseum.ca/home/ (http://www.warmuseum.ca/event/canadian-experience-gallery-3-forged-in-fire )
Etc.
¡Bravoooooooooooooo!
ResponderEliminarFascinante, Luis. Y muy bien documentado.
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