¡Otro!

¡Yo no he sido! ¡Yo no he sido!

En este auto, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña encuentra sobrados motivos para sospechar que don Oriol Pujol Ferrusola cometió un crimen y he aquí por qué lo imputa, finalmente.

Pero el caballero sospechoso de tráfico de influencias, que cometió tales desmanes, que ya se verá si son punibles, lejos de cumplir su palabra dada va y se niega a dimitir. Según los periódicos, delega su cargo. Temporalmente, añade. Naturalmente, se agarra a su asiento de diputado autonómico como una lapa. ¡Qué valiente! ¡Qué ejemplo de honradez, virtud y amor patrio! ¿Tenemos que aplaudir?

Me da que no.

Pero, bien, felicitémosnos, porque ha caído uno más. Poco a poco van cayendo.

Hasta ahora, son siete los cargos públicos implicados en el caso ITV. Todos ellos ayudaron a la trama de una u otra manera.

Poco a poco, vamos rellenando las casillas. ¡Cada vez falta menos!

De estos siete, tres imputados (Pujol, Tous y Masalles). Dos más tienen nuevas responsabilidades dentro de la Generalidad de Cataluña: Germà Gordó es el nuevo conseller de Justicia y Enric Colet (testigo de cargo en la causa) es su secretario general, que antes lo fuera de Empresa y Ocupación. Dios los cría y ellos se juntan, se dirá. Otra implicada, Masià, sigue en el mismo cargo que tenía cuando colaboró con la trama y sigue todavía impune. Ni la cesan ni la cambian de sitio, qué pena. Finalmente, el señor Canós (testigo de cargo) ha dejado el cargo y la Administración Pública.

¿Quién será el siguiente? Porque espero que caiga alguien más. Lo esperamos todos. Con muchas ganas.