Los nombres muertos



Avant la letre, que dicen en francés, yo había leído muchas cosas de Lovecraft, pero casi no me acuerdo de ellas. Las había disfrutado hacia el fin de la adolescencia, o en su medio punto. Recuerdo horrores innombrables y tentáculos, monstruosidades antediluvianas que surgían de las profundidades del mar o de una cueva. Aparte, poco más. Pese a todo, recomiendo encarecidamente la lectura de las principales obras de Lovecraft a mis jóvenes amigos. Tienen su miga.

Si los sucesos de los relatos de Lovecraft se han disuelto en la memoria, no así una de sus principales creaciones, un libro tremebundo, el Necronomicón. El Necronomicón pertenece al imaginario literario y fantástico desde que lo describiera Lovecraft en 1919. Un imán del horror y la desgracia, un libro capaz de provocar la locura en sus lectores, un objeto maldito. Jesús Cañadas ha escrito una novela de aventuras alrededor de Lovecraft y del Necronomicón

Imagínense que viene uno diciendo que el Necronomicón existe, que los relatos de Lovecraft se ajustan a la realidad cuando habla del libro maldito, que hay que dar con él, que tantas gentes malvadas y misteriosas corren tras sus páginas, por aquello de siempre: dominar el mundo. Sea, pues, 1931, y sean un puñado de escritores de relatos fantásticos los que se embarcan en una aventura que los llevará a Londres, Berlín o Damasco. Vengan personajes misteriosos, crímenes horrendos, traiciones, asesinatos, sectas demoníacas y peligros sin par, échense al cazo, agítense y venga como resultado Los nombres muertos, que publica Fantascy.

Jesús Cañadas ha escrito una novela muy divertida. Llegados a cierto punto, la historia se vuelve y revuelve tantas veces que se diría que Cañadas se lo estaba pasando tan bien que no quería terminarla, pero sostiene el intríngulis y el paciente lector también tiene ganas de saber qué está pasando con ese maldito libro, nunca mejor dicho. Hay escenas memorables y el cuento está lleno de guiños al aficionado a los relatos fantásticos. La obra se ajusta a los cánones del género fantástico de pe a pa, cumple con los requisitos de un thriller de acción, no tiene puntos débiles en la trama (creo) y si aparecen personajes estereotipados, caramba, es porque uno espera que aparezcan y así tiene que ser. Muchos son recreaciones de tipos que realmente existieron.

Si he tenido problemas con Los nombres muertos ha sido porque hacía mucho que no leía literatura fantástica y son más míos que del autor. Compré la novela porque leí en varios sitios que había sido una de las mejores publicadas en 2013. El recuerdo de mis primeras lecturas de miedo y esta afirmación de tantos críticos hizo que corriera a mi librería de cabecera y encargara el libro. Lo he leído ahora y bien está. ¿Es de lo mejor de 2013? Pues, no lo sé. Pero es una novela de aventuras y fantástica muy digna, que pueden leer los friquis, los nostálgicos o simplemente, los que quieran pasar un buen rato.

Más en:

No hay comentarios:

Publicar un comentario