Según la prensa, varias familias de jabalíes o cerdos salvajes se han paseado por la parte alta de la ciudad este verano. El señor jabalí, la señora jabalí y tres jabatos asomaron el hocico por la plaza Lesseps y pasearon por Gràcia; otra familia semejante, pero con seis jabatos, ha campado por los alrededores del parque Güell. La Guardia Urbana intervino en el asunto, narran los periódicos, y tras una persecución encerró a los tocinos en el vallado de un pipí-can, esperando a que los guardias del parque de Collserola (a. Tibidabo) fueran a buscarlos. Esta vez, sólo fueron amonestados.
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En el Parlament hay un montón de estos especímenes, aunque a sus jabatos se los encuentra más fácilmente en las escuelas privadas de la ciudad, lejos de las normativas que publican sus progenitores.
ResponderEliminarCarlos, te veo así como escribiendo con segundas. ¡Eso está muy feo! Aunque es cierto que en algunos colegios de la parte alta los patios se han visto visitados por jabalíes, en busca de bocadillos abandonados. ¡Qué grave inconveniente el de ser rico!
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