
Sería muy interesante que pudiera votarse a favor o en contra de tal lista. Usted tiene un voto. Puede escoger votar a favor de tal partido político, porque cree que es quien lo hará mejor, o por cualquier otra razón más o menos peregrina, o votar en contra de éste, expresando con su voto que usted no lo quisiera ver mandando ni en pintura, y que cualquier otro lo haría mejor o le caería más simpático.
Un voto a favor suma uno; un voto en contra resta uno. Usted selecciona la lista, su voto, y la deposita en la urna de votos positivos (a favor) o negativos (en contra). Pero tendrá que escoger entre apoyar un proyecto político o mostrar su rechazo por el mismo. Un solo voto.
Podría darse el caso, después del recuento, que el partido más votado es también el más rechazado, y que miles de votos a favor quedan anulados por miles de votos en contra, dejando un resultado final menos que modesto, que supera con exquisita facilidad un partido que no es ni conocido ni odiado, lo que, bien mirado, no está mal. Un partido odiado, con más votos en contra que a favor, no tendría representación. ¿Cambiaría mucho nuestro panorama electoral? Pues ¡no lo sé!
¿Es ésta una propuesta descabellada? ¿Una insensatez? O por el contrario ¿es razonable? ¿Mejora la capacidad de decisión del ciudadano sobre la política de su república? Yo creo que sí, que tiene más poder de decisión, pero ¿qué piensan ustedes? Al fin y al cabo, eso es lo que importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario