Como no podía ser menos, el Gran Premio de Brasil se resolvió en un periquete. Vettel se dejó adelantar (o no pudo evitarlo, como prefieran) y Weber, su compañero de escudería, ganó la carrera. Es decir, de nuevo los dos Red Bull arriba y el resto, abajo.
El resumen de la temporada de 2011 ocupa dos palabras: Red Bull. Si hablamos de Ferrari, podemos decir muchas cosas y muy buenas: es un equipo sólido, fiable, compenetrado, etcétera... pero el coche no corre tanto como uno quisiera. No tira. Además, Massa, el segundo de a bordo, no ha subido ni una vez al podio (y eso no se daba en Ferrari desde 1992).
Roguemos para que en 2012 baje San Cristóbal y nos ayude. Si no San Cristóbal, quien sea, pero que baje, por favor.
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