Walt Disney y Pinocho


Pinocho cobra vida gracias al Hada Azul, con gran susto.

En el apunte anterior, mencioné los dos personajes más famosos de Collodi, Bambi y Pinocho. Hoy en día siguen en nuestra memoria porque un genio, Walt Disney, hizo una película con ellos.

Quien conozca la historia de Walt Disney, sabrá qué es la locura de Disney. Una película de dibujos animados, el primer largometraje animado de la historia, el primer largometraje en Technicolor y con cámara multiplano, la película más revolucionaria de los años treinta, Snow White and the Seven Dwarfs (Blancanieves y los Siete Enanitos). Arrasó. Tuvo un éxito tremendo. Fue una apuesta muy arriesgada y dejó el listón muy alto para cualquiera que quisiera seguir en el mundo de los dibujos animados, Disney incluído.

Después de echar mano del cuento de la princesa exiliada entre siete enanos mineros y solteros (ejem) pensó que sería una buena idea presentar la de una marioneta de madera que quiere ser un niño y se ve tentada por el mal. Así nació Pinocchio (Pinocho, en español), que se estrenó en 1940.

Como Blancanieves, Pinocho fue estrenada por la RKO. Ganó dos Oscar, el de la mejor banda sonora original y el de la mejor canción (When You Wish Upon a Star).

A título anecdótico, para dibujar al Hada Azul que otorga la vida a Pinocho, los dibujantes de Disney representaron a Marjorie Belcher, bailarina, que ya había sido Blancanieves pocos años antes. De ahí el parecido. Cuentan que, cuando no miraba el jefe, dibujaron en blanco y negro una película picante donde esa Blancanieves... En fin, pueden imaginárselo.

Pinocho no tuvo mucho éxito cuando se estrenó, pero a largo plazo ha sido uno de los puntales más sólidos del éxito de Disney. Su calidad es excepcional.

Walt Disney revolucionó el mundo del cine con sus películas.

Pinocho nació en 1937, mientras se estaba dibujando todavía Blancanieves. Disney leyó el cuento de Collodi y quedó fascinado. Sería el tercer largometraje, después de Blancanieves y Bambi. Pero como Bambi se retrasó, porque Disney se obsesionó con imitar exactamente el movimiento de los animales en escena, Pinocho se le adelantó.

Los guionistas tuvieron un trabajo muy difícil. Porque el personaje original, Pinocho, es un tipo antipático, un poco bruto, desagradecido, egoísta, que sólo aprende a base de golpes y castigos. El Pinocho de Disney, en cambio, es una buena persona, aunque un poco atontado. Guionistas y dibujantes trabajaban codo con codo y se hicieron y filmaron muchos metros de pruebas para dar con el personaje adecuado.

Comenzó a filmarse en 1938, dibujo a dibujo. Para facilitar el trabajo de los dibujantes, se esculpieron los principales personajes para poder copiarlos desde cualquier perspectiva. Bajo la supervisión de un director de escena, se filmó la mímica de los protagonistas, para poder dibujarla después. El realismo de los movimientos era una obsesión en Disney. Se vigiló hasta en los más mínimos detalles.

Fue, además, la primera película donde la animación va más allá de los personajes, pues se mueve todo. Se consigue, ¡vaya si se consigue! Además ¡sin ordenadores! Nieve, máquinas, paisajes... Los dibujos y efectos visuales de las escenas marinas del final de la película ¡duraron todo un año!

 

Algunas escenas, como las de los relojes de cuco o las del carruaje, son de una complejidad técnica que echa para atrás y se resuelven con una perfección que quita el hipo. Se construyeron modelos a escala de los relojes y del carruaje y se filmaron moviéndose, animados por un movimiento foto a foto. Una vez resultó una película satisfactoria, los dibujantes copiaron, dibujaron y pintaron los fotogramas de la película, uno a uno, y los convirtieron en dibujos animados.

Para rematarlo todo, Disney contrató actores y locutores famosos para doblar las voces de los personajes y por primera vez, a un niño para hacer de Pinocho.

¿Tuvo éxito? Entre la crítica, sin dudarlo. Todos felicitaron a Disney. Pero no tuvo el éxito que se esperaba en taquilla. Había costado filmarla más de dos millones de dólares y no pudo recaudar más de uno y medio. Además, estalló la Segunda Guerra Mundial y las taquillas se fueron abajo. Mal año para estrenar una película tan cara.

Después del trabajo en Pinocho, los trabajadores de la Disney organizaron una huelga que duró tres meses. Se quejaron de haber trabajado muchísimo sin ninguna compensación económica, pero la principal queja era que el trabajo de muchos dibujantes, técnicos y guionistas no aparecía en los títulos de crédito. El público se puso a favor de los huelguistas, la imagen de los estudios quedó tocada y Disney tuvo que comerse las reivindicaciones. Luego, cuando la Caza de Brujas, se vengó.

Con el tiempo, Pinocho ha sido una película muy rentable. Sólo su pase por las pantallas de cine en los EE.UU. ha rendido cien veces su coste inicial (actualizado), y ya no les digo nada de vídeos y merchandising.

Se la considera o la primera o la segunda mejor película de animación de todos los tiempos y se la incluye casi siempre entre las cien mejores películas de la historia del cine. ¿No la han visto? ¡Véanla! Véanla, háganme caso.

Bambi fue la siguiente. Se estrenó en 1942 y se la considera una película de propaganda de guerra, aunque no lo fuera en origen. Pero ésa es otra historia.

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