Estos días agitados e idiotas del verano muestran un gobierno de CiU con problemas para aprobar los presupuestos de la Generalidad de Cataluña del año que viene. Como medida de afianzamiento y para despistar la causa de sus desmanes y sus desmanes mismos, ha lanzado una campaña masiva de la culpa es de Madrid, cosa que ha enfadado a su socio a la izquierda, el Partido Popular, que es el que gobierna en Madrid, mira tú por dónde. En aguas revueltas, ganancia de pescadores, y ERC se ha propuesto como socio del gobierno, pero impone condiciones.
Éstas son, a saber: promover la independencia fiscal de España (hacer ruido fiscal en tiempos de rescate es una sabia política económica); aumentar los ingresos en los presupuestos (se dice impuesto de sucesiones) y, atención, aclarar las cosas en el asunto del Palau de la Música, por ver si CiU se financió a través de dicha institución (¿quién lo duda?) y que dimita alguien (si es posible, Oriol Pujol, que no es querido en ERC), para disimular, enterrar el caso y pasar a otra cosa, mariposa.
Como no se podrá cumplir ninguna de las tres condiciones, es posible que el acuerdo llegue a buen puerto. El tiempo lo dirá.
En la fotografía, que publica El País, el presidente de ERC, el señor Junqueras, negocia estos términos con un influyente militante de CiU, el señor Alavedra, aprovechando que ambos asisten a la Universidad Catalana de Verano en Francia. Ya saben, el señor Alavedra, el del caso Pretoria, el amigo de Prenafeta.
¡Buen cemento para esta unión de intereses!
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