Peligro, chanclas


Fíjense, qué cosas. Numerosos estudios sobre traumatismos señalan a las chanclas como las culpables de lesiones serias en pies, tobillos, rodillas, caderas o espalda, que pueden volverse crónicas. Eso se debe, en parte, a que el chanclista al caminar tiende a agarrar el calzado con los dedos y forzar el puente del pie, con resultados aterradores. Quien camina con chanclas tiende a hacer pasos más cortos y presiona excesivamente la planta del pie. Se sobrecargan las extremidades inferiores y se favorece el pie plano. Eso sin contar que las chanclas son causa responsable de numerosos resbalones y caídas.

A la vista del calzado de los peregrinos del Camino de Santiago, los podólogos gallegos han hecho sonar todas las alarmas. Acusan a las chanclas de provocar fascitis plantar, tendinitis y numerosos traumatismos en los dedos entre los devotos turistas y caminantes que encaminan sus pasos hacia el Santo Apóstol Santiago.

Los peregrinos no se llevan bien con las chanclas, pero los norteamericanos no se llevan mejor. Según el National Foot Health Assessment, el 78% de los yanquis adultos sufre o ha sufrido algún problema en el pie a causa de las chanclas, que allí tienen mucho predicamento. Están bien para su uso ocasional, en una piscina o en la playa, dice, pero su uso continuado es nefasto para el pie.

Los españoles no hemos llegado tan lejos como los americanos en el chanclismo, pero los estamos alcanzando muy deprisa. Una asociación nacional de podólogos, después de haber estudiado el asunto con mucho interés, ha concluido que dos de cada tres españoles (más exactamente, un 65% de la población) ha padecido o padece en lo que va de año algún problema en los pies relacionados con calzar chanclas. Los problemas van de llagas y rozaduras simples hasta tremebundas patologías del pie, de cualquier tipo y condición, que podrían acabar en amputación.

Un 65%... La cifra llama la atención por dos razones. La primera, qué cantidad de chanclas, por Dios, circulan por ahí. La segunda, caramba con las chanclas, qué malas que son.

¡Cuánto dinero ahorraría nuestro sistema sanitario si calzásemos como es debido...! Ahora, en tiempo de crisis, éste en un factor para tener en cuenta. Podrían poner una etiqueta que dijera Calzar chanclas es malo para los pies, como en el tabaco ponen ésa que dice Fumar mata, aunque, por mucho que fume uno, no se mueren los demás.

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