Perfumada con ámbar gris



El ámbar gris es una sustancia carísima y escasa, que se utiliza (o utilizaba) en perfumería, para fijar los olores. El auténtico ámbar gris apesta como el demonio, tiene la consistencia de una cera, el color de un pedrusco (entre el ocre de la tierra y el gris oscuro) y procede de la secreción biliosa de los cachalotes, y de ahí su altísimo precio y su rareza, porque sólo se consigue matando cachalotes o buscando entre su mierda, y perdonen ustedes, pero es así.

Por el autor, in situ

Dicho esto, demos un salto que nos llevará a la ficción y a Florencia. El doctor Fell visita de vez en cuando la Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella, es un cliente habitual. Es un local histórico y digno de visita; el negocio tiene cuatrocientos años y todavía sirve remedios medicinales y perfumes según las recetas del siglo XVI. También ofrece la oportunidad de encargar perfumes a medida, y el doctor Fell es un sibarita mezclando olores. Todos coinciden en su buen gusto.


El doctor Fell perfuma sus cartas, y una de estas cartas llega a manos de la agente del FBI, Clarice Starling. Porque el doctor Fell no es otro que el célebre psiquiatra y bon vivant Hannibal Lecter, un asesino tremebundo con aficiones culinarias (se come a sus víctimas con recetas de Dumas). Así comienza Hannibal, la novela de Thomas Harris y la película de Ridley Scott, basada en ésta. Ni la novela ni la película son una maravilla, pero el personaje del doctor Lecter es un personaje de ficción muy atractivo, que da mucho de sí.

Volviendo a la realidad, en la Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella pueden verse letreros aquí y allá, discretamente situados, que recuerdan a los señores clientes que el establecimiento emplea el ámbar en algunos de sus perfumes, pero no el ámbar gris, como se dice por ahí. Por lo que se ve, el Profumo di la Lettera di Clarice está muy solicitado y las bistecche alla fiorentina excitan el apetito.

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