Sintomatología del síndrome de Stendhal



Estaba ya en una suerte de éxtasis ante la idea de estar en Florencia y por la cercanía de los grandes hombres cuyas tumbas acababa de ver. Absorto en la contemplación de la belleza sublime, la veía de cerca, la tocaba, por así decir. Había alcanzado ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes inspiradas por las bellas artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de la Santa Croce, me latía con fuerza el corazón; sentía aquello que en Berlín denominan nervios; la vida se había agotado en mí y caminaba temeroso de caerme.

De los diarios del Viaje a Italia, de Henri Beyle, Stendhal
Trad. por Elisabeth Falomir Archanbault

2 comentarios:

  1. Apreciado Sr. Soravilla,

    le felicito por su blog; hace unos meses y a través del blog CRITICART de Beli Artigas conocí de su existencia.

    Me gusta su planteamiento de los temas,su variado indice de contenidos y su ponderación en las opiniones.

    Desde hace unos días, me he atrevido a hacer yo también un blog (todavía no domino mucho el tema, pero le pongo ilusión), junto con dos amigos. Le invito a que lo visite y, si no es mucho pedir, que me de su opinión, que seguro será acertada.

    Muchas gracias por su tiempo,

    Rufus

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  2. Muchas gracias a usted por lo dicho, que no hay para tanto. Visitaré su blog.

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