Camino de la tercera posición, rezando para que no reventasen las ruedas.
Pintaba mal para Ferrari. Massa no pudo entrar en la Q3 y Alonso quedó décimo en la parrilla de salida. El coche no tira, dijeron. Se las prometían muy felices en Silverstone, pero iban frustrándose las esperanzas una tras otra.
La carrera ha acabado mucho mejor de lo que esperaban. Massa ha acabado sexto y Alonso, tercero. Lo mejor ha sido el abandono de Vettel, por rotura en la caja de cambios, que animará el campeonato de pilotos. Ha ganado Rosberg, con un Mercedes, y Webber ha sido segundo, después de un carrerón. Dicho así, parece que ha sido una carrera emocionante. ¡Vaya si lo ha sido!
¡Pam! ¡Otro! Pese al reventón, Hamilton ha acabado cuarto.
El safety car ha salido dos veces a pista y la carrera se ha decidido en las últimas cinco vueltas, frenéticas. Entre medio, los neumáticos Pirelli iban estallando, pim, pam, pum. Los reventones has sido los protagonistas y no se ha librado nadie, ni el apuntador. Cinco reventones, un par de pinchazos... Los ingenieros fruncían el ceño: ¡Esto no es normal!
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